En el Libro Blanco publicado meses después por las Fuerzas Armadas para justificar el golpe contra Bosch, se da una versión distinta. “A las ocho de la mañana de ese día (23 de septiembre), el Presidente Bosch citó para una reunión a los Jefes de las Fuerzas Armadas. En el curso de la misma ordenó al general Miguel Atila Luna, jefe de la Fuerza Aérea, que dispusiera de un avión militar para arrojar millares de volantes sobre Haití, cuyo texto había redactado de su puño y letra. Le ordenó, además, que preparara aviones para bombardear Puerto Príncipe a las once de la mañana. El Comodoro Rib Santamaría, jefe de la Marina de Guerra, propuso que se enviara una comisión a la frontera para conocer la verdad en el terreno de los hechos”.

Esta comisión realmente fue designada. Estaba integrada por altos oficiales de todas las ramas de las Fuerzas armadas. En otro avión militar volaría un grupo de periodistas de El Caribe y el Listín Diario. Estaría también Rafael Bonilla Aybar, director de Prensa Libre.

El Libro Blanco relata que la comisión de militares y periodistas “regresó de la frontera alrededor de las 12:30 e informó que no había tal bombardeo, que no era cierto el informe del Señor Presidente de la República. En el avión militar trajeron al general haitiano León Cantave, que venía vestido con traje de casimir gris claro y portaba tres maletas. Estaba limpio y se podía ver que no había sudado su camisa. Inmediatamente después de su regreso, los militares informaron al Presidente Bosch que en la frontera no había ocurrido nada y que habían traído al general León Cantave vestido de civil y en perfectas condiciones. El Presidente Bosch, visiblemente contrariado, se limitó a responder: Está bien, y se retiró de la reunión”.

Posted in La columna de Miguel Guerrero

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