Son tiempos de guerra, bélica y política. La información es una poderosa arma en tiempos de guerra. A propósito de eso el periódico británico The Times, publicó un artículo el pasado sábado que hace referencia a que el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, habría recibido informes de inteligencia de su equipo más cercano que aseguraban que Rusia no invadiría su país, a pesar de las advertencias constantes de Estados Unidos, de que ese era el plan de Vladimir Putin.

Según esa publicación algunos de los cercanos del presidente de Ucrania son pro Rusia y no les simpatiza el imperio. El tiempo determinará si eso pasó o no, porque es un evento que inicia.

Pero hay casos confirmados de que los informes de inteligencia se usan para la intriga y pueden llevar los gobiernos y sus funcionarios a tomar decisiones erradas. La brillante carrera militar, diplomática y política del fallecido secretario de Estado de los Estados Unidos, Colin Powell, la destruyó, en su momento más luminoso, el informe de que supuestamente en Irak había armas de destrucción masiva, lo que sirvió de pretexto a Estados Unidos para invadir ese país. Luego se supo que fue mentira, pero eso deshizo irremediablemente la carrera de Powell y manchó la imagen de la potencia ante el mundo.

Por aquí también ocurre en los círculos del poder político. Recientemente, llamó la atención una observación del periodista Marino Zapete al presidente Abinader para que observara el comportamiento de los miembros de las Fuerzas Armadas a raíz de la “marcha negra” que hicieron militares y policías veteranos y paralizaron el tránsito.

Pero luego del discurso de ayer de rendición de cuentas fue muy llamativo el documento elaborado, amplio y con datos que presentó el PLD inmediatamente terminó la alocución de Luis Abinader.

La habilidad de tener listo un documento de ese calibre solo lo explica a que tuvo acceso con anticipación al discurso presidencial.

Es posible, no es que sea así, que algún creativo quiera poner al gobierno como Magino, el famoso bizco del cuento de Juan Bosch, quequería escapar de un toro bravo, visualizó dos imágnes de la misma realidad, una ventana real y otra no; al escapar se fue por la ventana que no era y lo atrapó el toro que sí era.

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