No fue uno, ni dos, fueron tres los miembros del Grupo de Trabajo para la Transformación de la Policía Nacional que tiraron al presidente Luis Abinader al agua, ante la crisis reciente que enfrenta el gobierno por los excesos policiales en los destacamentos que han provocado la muerte de tres hombres jóvenes.
Fidel Lorenzo, Ricardo Nieves y Servio Tulio Castaños, este último presidente de la comisión y miembro de la Comisión Ejecutiva para la implementación de “las estrategias, planes y políticas de transformación y profesionalización de la Policía Nacional”, responsabilizaron al gobernante de la tardanza en la implementación del plan que cambiaría la PN.
Luego de la indignación por lo ocurrido, especialmente con el caso de David de los Santos, que según el Ministerio Público fue sometido a actos de tortura y barbarie, el gobierno anunció 14 medidas. El anuncio lo hizo el comisionado para la reforma de la Policía, el español José Vilas, en compañía del ministro, Chu Vásquez.
El gobierno le quiere poner rostro internacional a la reforma policial, pues en enero pasado llegó al país otro grupo de asesores internacionales, en ese caso de los Carabineros de Chile, encabezado por su director, Ricardo Yáñez.
Fue popular en la etapa de la campaña electoral, el plan de seguridad ciudadana de Abinader diseñado por el exalcalde de Nueva York, Rudy Guilliani. Pero cuando llegó al gobierno combinó lo extranjero con lo local, al traer españoles y chilenos y de aquí, una comisión de 23 connotados. ¿Por qué es un extranjero el que da la cara ante la crisis del gobierno por los abusos policiales y no dominicanos? El chisme de las diferencias entre los comisionados dominicanos y el asesor español ha corrido, porque los de aquí se sienten desplazados.
