Leonel Fernández
Leonel Fernández

El proceso electoral y político del 2020 estuvo marcado por los sobresaltos de principio a fin. El entonces gobernante PLD fue el portador de la incertidumbre que caracterizó ese proceso desde el debate sobre primarias abiertas y cerradas en la Ley de Partidos que arrancó en 2017 y se fue intensificando, la lucha en contra de la reforma a la Constitución para un tercer mandato de Danilo Medina, que finalmente no se materializó, hasta la salida sorpresiva de Gonzalo Castillo como candidato del PLD.

Continuó con la salida de Leonel Fernández del PLD y con ese hecho la división de esa organización, la decisión de su entonces esposa y vicepresidenta, Margarita Cedeño, de recorrer un camino partidista distinto al de su esposo, hasta las sentencias del Tribunal Constitucional y el Tribunal Superior Electoral que impactaron acontecimientos como la candidatura a vapor de Leonel por su nuevo partido, Fuerza del Pueblo, hasta el orden de los partidos en la boleta.

Los acontecimientos imponderables continuaron con el fallo en el voto electrónico que la JCE se empeñó en usar contra viento y marea a pesar de las advertencias, se sumó la suspensión de las elecciones municipales, protestas masivas, cacerolazos, la celebración de ese certamen en una fecha extraordinaria y la posposición de las elecciones de mayo para julio, por la llegada de la pandemia de la covid-19 con todas sus implicaciones.

Por todo eso, y mucho más, las elecciones pasadas estuvieron marcadas por situaciones extraordinarias que no se prevé que puedan ocurrir para el 2024.

El que luce que está bien claro sobre esa realidad es el presidente Luis Abinader, que con tiempo identificó su rival para la cita del 2024, seguro porque conoce los números y sabe que el Leonel del 2024 no es el del 2020. Y que su partido, Fuerza del Pueblo, tampoco.

A quienes se mueven con el argumento de “líder sin partido” el enfoque es correcto si se limita a un discurso para la opinión pública, lo que sería válido como mecanismo de ataque, pero si creen que es así en la práctica pueden llevarse tremenda sorpresa. El 2024 no es el 2020, sobre todo porque las candidaturas principales están definidas. Solo falta que el PLD decida y dice lo hará este año.

Posted in Destacado, La Pizarra

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