La dirigente del Partido Revolucionario Moderno (PRM) y directora de Ética Gubernamental, Milagros Ortiz Bosch, reiteró recientemente que está convencida de que es necesario reducir el porcentaje del 50+1 para ganar las elecciones presidenciales porque supuestamente para alcanzar ese porcentaje se hace una repartición de cargos, que según la veterana política, crea corrupción. Señala además que su propuesta se enmarca para “prevenir el futuro y crear transparencia”.
En 2004, Participación Ciudadana publicó una investigación sobre la corrupción en el país bajo el título: “20 años de Impunidad” que abarcó desde el 1983 al 2003. Es decir, que el mayor tiempo de ese estudio corresponde a gobiernos electos con mayoría simple como fue hasta el 1996. Por tanto, no había reparto para lograr el 50+1, pero si corrupción.
La discusión de 1994 para incrementar los porcentajes para ganar el Poder Ejecutivo, versó sobre la necesidad de que el gobierno electo fuese de mayoría en lugar de minoría como había sido hasta ese momento, pero nunca por corrupción. De hecho, cuando se habla de ese cambio constitucional, hay quienes siempre han sostenido que se aprobó para evitar que José Francisco Peña Gómez ganara la Presidencia.
Algunos argumentan que el fallecido líder político fue engañado por el PLD y el PRSC porque el acuerdo había sido establecer un porcentaje de 45%, otros afirman que Peña Gómez fue informado y advertido, no estuvo de acuerdo, pero que no tuvo salida ante el acuerdo PLD-PRSC.
Si los niveles de percepción de la corrupción fueron altos para el 1994, como dice Participación Ciudadana en su estudio, y siguen siendo altos después del 50+1 ¿Cómo convencer que el 50+1 es causante de corrupción?
Lo que sí demuestra es que “la fiebre no está en la sábana”, pues con 50+1 y sin 50+1 la percepción de corrupción ha sido alta.
Ese argumento necesita mejor sustentación, de lo contrario terminarán teniendo la razón quienes sostienen que el mismo sector político que intentó hacerse un traje a la medida para el 1994, ahora, 28 años después, persigue el mismo objetivo.
