El proceso de maduración de las frutas puede hacerse por procesos naturales o mediante técnicas artificiales con el uso de un químico conocido como carburo. Llegar a la madurez es una evolución compleja que implica una serie de cambios bioquímicos y fisiológicos que preparan el fruto para el consumo, que abarcan cambios en la textura, color, sabor y aroma.
Según los especialistas, las técnicas artificiales son más rápidas, ahorran tiempo para el proceso final, sin embargo, alteran la esencia del producto, lo que afecta negativamente su calidad porque pierde propiedades antioxidantes y el sabor hasta podría ser menos dulce, en algunos casos.
Además, según algunos estudios, podría afectar la salud de las personas si la dosis del componente químico es muy elevada y el consumo muy frecuente. Incluso, el uso desproporcionado podría dañar la fruta sometida al proceso de maduración acelerado.
Sin embargo, la madurez natural es un proceso más lento, se caracteriza por preservar todas las propiedades de las frutas y sus beneficios nutricionales, incluyendo mejor sabor y textura. No es discutible que las frutas maduras de manera natural son más recomendables para la salud de los consumidores.
Otro proceso artificial, son los esteroides, diseñados para generar un crecimiento rápido de masa muscular, pero insostenible en el tiempo. Además, con efectos secundarios que resultan altamente perjudiciales para la salud.
Los especialistas han identificado algunos efectos psicológicos secundarios del uso de los esteroides y hay usuarios que se vuelven agresivos y violentos, otros creen cosas que no son ciertas (delirios) o tienen sentimientos extremos de desconfianza y miedo.
En la política, a lo largo de la historia de la humanidad y en todos los rincones del mundo y modelos del ejercicio, la ambición de poder desvía, tanto, como el propio ejercicio del poder.
Por eso quienes están en el ejercicio de la política deben evitar procesos químicos como la maduración con carburo para que no pierdan su esencia y propiedades. También deben rechazar el uso de esteroides para curarse en salud y prevenir la posibilidad de crearse una falsa percepción de la realidad, que incluso podría traerle daños psicológicos, en la persona y su entorno.