El PLD ha convocado para el 18 de octubre de este año un proceso interno que ha denominado consulta para escoger la candidatura presidencial. La organización logró un apoyo parcial de la Junta Central Electoral consistente básicamente en prestarle equipos de computadora que no incluyen el software, porque el voto será electrónico.
Hasta ahora seis dirigentes han presentado sus proyectos, pero todo indica que la competencia se dará entre Abel Martínez y Margarita Cedeño. La organización opositora tiene dos grandes retos de cara a ese proceso, mantener la unidad y la cantidad de votantes que logre movilizar ese día, será una señal de que tan grande sigue siendo.

El PLD depositó un padrón ante la JCE superior a un millón 700 mil militantes. Además de sus propios miembros, en la consulta podrían participar todos los inscritos en el padrón nacional electoral, menos los registrados en otros partidos que serían alrededor de tres millones. Pues la FP dice que ya va por un millón y el PRM tiene un padrón de 1.8. Si el PLD, que en las primarias del 2019, movilizó casi dos millones de votos, ahora tendrá que emplearse a fondo para llevar gente a votar, pues si no lo hace, sus opositores, especialmente de la franja verde, se ocuparán de decir lo chiquita que está la organización.

La unidad

Si el PLD no logra organizar un proceso lo suficientemente diáfano y con resultados creíbles para todos los involucrados, es casi seguro que se expone a una segunda gran división y con el daño que ha sufrido la marca más la salida constante de dirigentes, otro cisma arrasaría con el partido electoralmente más exitoso que ha conocido el país en toda su historia.

Por lo que se observa y los números de algunas encuestas (que se están haciendo aunque no se publican), parece que Martínez terminará imponiéndose sobre Cedeño, pues en la última medición la exvicepresidenta reflejó una baja de 5 puntos en un solo mes. El problema estaría en que la dama cuenta con el apoyo de un exministro de gran influencia sobre el líder de la organización. Lo que se dice es que ambos prefieren a la dama porque entienden que mantendrían el control de la organización, lo que no ocurriría con la otra opción.

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