Política es política, aquí y en el norte. El giro que dio el gobierno de Joe Biden con relación a Venezuela y su presidente Nicolás Maduro, deja las enseñanzas de siempre, que entre adversario e interés, lo último gana y se hace lo que conviene. Ahora Estados Unidos le conviene ser amiguito de Venezuela como salida al impacto económico y geopolítico del conflicto Rusia-Ucrania, por la decisión de Vladimir Putin.
El petróleo de Venezuela resulta parte de la salvación de Estados Unidos para resistir las consecuencias de las sanciones económicas que ha impuesto a la Rusia. Aunque se critique, el golpe de la potencia con su acercamiento a Venezuela es doble, además de ganancia económica podría evitar que su gran enemigo pueda hacer movimientos estratégicos en esa zona.
El activismo y cambio de enfoque del gobierno de Estados Unidos por los países de América Latina no se limitan a Venezuela, por aquí también se están haciendo sentir. Representantes del gobierno del norte al más alto nivel, se han reunido a inicio de esta semana con el principal líder de oposición del país. Se da por hecho, que esa figura del gobierno norteamericano también se reunió con el presidente Luis Abinader.
Lecturas
Como no es lo mismo buscar a que te busquen, ha sido llamativo que esos encuentros se hayan dado por iniciativas de los visitantes, incluso, se han trasladado hasta la sede del principal espacio de despacho del político, que ahora viste de verde. También se han reunido con algunos de sus discípulos, como para no dejar dudas en el mensaje.
Algunos comparan el activismo de representantes del gobierno gringo con el apoyo público que dieron al hoy presidente Luis Abinader desde que asumió la candidatura del PRM en el 2015, por primera vez. Otros comentan que los gringos hacen sus encuestas y conocen mejor que nadie la realidad política y, con números a mano, hacen sus movimientos para enviar las señales de por dónde están sus intereses políticos locales. También hay quienes observan que las acciones podrían estar vinculadas a que la izquierda parece que está de regreso en la región, como ocurrió en Chile, Honduras y posiblemente Brasil. El tiempo aclarará todo.
