No es la primera vez que me refiero a esto ni será la última. Mantener una opinión contraria a los que usan esta facilidad es casi como nadar con la marea en contra.
Le decía a mi buen amigo @hectorguiliani que estamos casi de acuerdo en todo menos en esto, por suerte @alejandrofernandez está muy ocupado y me libaré de él, no sé qué me pasará con @victorbautista y con @josepmonegro.

No cabe dudas que la tendencia de comprar en línea por cualquiera de las plataformas fuera del país representa un atractivo enorme. ¿Pero, es competencia desleal o no?

Los precios son más baratos, no precisamente por ganancias excesivas de los comercios porque eso sería no reconocer la enorme competencia que existe entre comercios de la misma rama, incluso entre las mismas plazas comerciales con sus atractivos para atraer compradores a las tiendas que ocupan sus espacios.

Esta facilidad de importar hasta 200USD sin impuestos se creó para apoyar a una clase media que sin dudas paga muchos impuestos y se le quiso compensar permitiéndoles traer mercancías sin impuestos.

Desgraciadamente, no fue la clase media que abusó de esta facilidad, fueron esos negocios que empezaron a importar pacas (paquetes de ropa que declaraban como usadas o donaciones); el famoso tanque donde usted podía importar lo que fuera mientras el espacio fuera suficiente en esta “interesante” medida de compra, que facilitó la instalación de pequeñas tiendas con importaciones masivas sin pagar impuestos.

Recuerdo, en un momento que esto llegó a resultar un sacrificio fiscal mayor a 5,000 millones de impuestos arancelarios dejados de pagar entre las importaciones del comercio informal hechas bajo estas facilidades.

Aduanas controló las importaciones masivas, pero aún representa una competencia desleal para el comercio formal.

Uno de mis amigos mencionados me decía “ustedes tendrán, refiriéndose a los comerciantes, que acostumbrase a este modelo”. Respondí que lo entiendo y mucho más en medio de la pandemia resulta una forma fácil y barata de comprar.

Sin embargo, le dije “de desaparecer las plazas tendrás que cambiar donde caminar seguro y con aire acondicionado, que olvidas pagamos esos comercios que no te cobran un centavo por esa enorme comodidad y seguridad que te brindan y que Amazon no da”.

Recuerdo un día en una tienda, una señora se quejaba de que un zapato que había visto en Amazon costaba 40USD y en la tienda lo vendían a 3,000RD$. La joven que tan amablemente la atendía no tenía argumentos por lo que me atreví a intervenir. Le pregunté a la señora que cuál era el precio del dólar, me respondió que 30×1. Con mucha amabilidad le dije que desgraciadamente el dólar ya rondaba los 50×1.

Con esto ya el zapato de Amazon costaba sin salir de sus almacenes 2000RD$, que había que pagar flete y la ganancia lógica del courrier. Lo estimé en 300.00RD$, ya el costo del zapato estaba por 2,300RD$. Aquí le recordé que las tiendas pagan 20% de arancel, por lo que el zapato, si lo compraran también en Amazon, lo que sin dudas no hacen los comerciantes, que compran al distribuidor, serían unos 400RD$ posiblemente, algo menos por el volumen de compra.

Entonces le pregunté a la joven señora que participó con mucho entusiasmo en el ejercicio matemático, que cuál valor les daba a las tres jóvenes que la atendían en ese momento. Sonrió y me dijo “es lo más difícil del ejercicio”, pero me alegro de que tengan trabajo y me he sentido muy bien por la forma tan amable que me han tratado.

Entré entonces al costo del local, mantenimiento y energía eléctrica. Por mi experiencia en el área comercial, por la calidad de la plaza comercial y tamaño del local estimé una renta de 3,500 a 4000 dólares mensuales.

Llegamos a la parte del seguro social, póliza de accidentes de trabajo, regalía pascual y bonificación. Aquí las jóvenes empleadas explicaron que esa era una parte muy importante para ellas porque les aseguraba salud, que la empresa pagaba 20,000 mensuales como salario mínimo y comisiones sobre venta, lo que las impulsaba a vender más.

Sumando y restando llegamos a la conclusión de que los 700RD$ de diferencia estaban más que compensados con los empleos que se generaban, la importancia de que las plazas se han convertido en centros de diversión (fuera de pandemia) y que la diferencia valía la pena.

Pero para completar mi análisis aún mejor, unos días después, visitando la misma plaza, una de las jóvenes me siguió y me dijo que la señora había vuelto a cambiar el zapato porque le quedaba algo justo y que con una gran sonrisa le dijo: eso no lo podría hacer por Amazon”.

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