Musicalizando la poesía o poetizando la música

Decían los antiguos griegos “Nomen Omen”. El nombre es un augurio para el destino de las personas y haberle llamado Félix no es coincidencia, su nombre le aviene, pues procede del latín y significa “aquel que se considera feliz y afortunado”.

En esta noche que estamos a 2 días de despedir la primavera floreciente, para dar la bienvenida al verano donde el tiempo metamorfosea la flor en luz, época en que nuestra estrella el sol llega a su mayor altura aparente en el cielo terrestre.

Hoy asistimos a la metamorfosis de los Retazos de Amor de Felucho, donde somos
testigos de cómo a sus poemas le nacieron alas y no nos cabe duda que ha sido en compañía de la diosa Beten que simboliza la música, las artes, el conocimiento y la virtud de la alegría.

Esta edición es un delicioso buffet, donde Felucho oferta “su alma aventurera” a la
mujer amada si “pregunta por él”. O cuando en un poema musicalizado en un tango y con su propia voz dibuja la más bella estampa de amor en la “risa” de la amada.

El amor para Felucho es una llama destinada a encender su alma y lo induce a crear el poema y así lo expresa en Amor de Locos, cuando dice “Mujer, son tus ojos el espejo en que quiero desnudar mis besos de amor.

El punto inicial en la historia de la relación de la música y la poesía es ver como un poema que no estaba destinado a ser cantado, se mezcla tan bien con la música como ha acontecido con los poemas de Felucho.

Es obvio que hay muchas formas de poesía. Y no siempre pueden coexistir. Tome, por ejemplo, El Cementerio Marino de Paul Valery. Fruto de un largo período de introspección y de madura reflexión, pocas obras líricas han alcanzado su repercusión e influencia. Tras su publicación en 1920 no tardó en convertirse en uno de los puntos de referencia obligados de la literatura moderna ¿Podría alguna vez tener una melodía adjunta? No, no todos los poemas pueden mezclarse con la música.

Felucho le escribe a la amada desde el resplandor luminoso de su lumbre interior, desde una apelación inefable que lo ata a ella, a su imagen, a su encanto, al efluvio que emana de su ser que le hace vibrar. Así declara en A veces mía, a veces ajena: La lluvia de oro que baña tu espalda realza los detalles de tus ojos esmeraldas.

De modo usual la letra de una canción puede ser hermosa y estructurada de tal manera que recuerde un poema. Pero no todas las canciones son poemas ¿Cómo estos poemas de Felucho que no estaban destinados a ser canciones mezclaron tan bien con la música Claramente que los compositores se inspiraron en la voz del poeta.

Felucho ausculta en sus poemas sus sentimientos, sueños, deseos y desvelos, utilizando elementos que pueblan el cosmos y aquellos que emanan de su alma los que hurga a través de sus sueños y nostalgia que concita al compositor de la música a ponerle alas a su creación.

Poemas, que habrían pasado desapercibidos, han sido amados por la gente cuando se convirtieron en canciones. En Grecia el poema “Arnisi”, escrito por el premio Nobel y uno de los más grandes poetas griegos, Giorgos Seferis, se hizo extremadamente popular cuando fue compuesto por Mikis Theodorakis. Se dice que T.S Eliot escribió “The Wasteland” (Tierra Baldía) inspirado en La consagración de la primavera de Stravinsky. Reza así:

Abril es el mes más cruel: engendra

lilas de la tierra muerta, mezcla

recuerdos y anhelos, despierta

inertes raíces con lluvias primaverales.*

La mayoría de la personas no aman la poesía simplemente porque no la entienden. Pero lo hacen cuando cantan las palabras de un poema. Seguramente, no todos los poemas son fáciles de leer y algunos están reservados solo para los eruditos, mientras que todos pueden sentir la música. En este contexto, la poesía suena como el villano cuando la verdad es que todas las formas de arte siguen unas reglas y técnicas. La poesía leída en voz alta le da un tono ondulado al sonido, tan parecido a las notas musicales. Una palabra conecta a ambos, cadencia: que es el ascenso y descenso del sonido, ya sea por un instrumento o por la voz humana. ¿Cómo lograron la poesía y la música tener un matrimonio exitoso durante siglos? Los poemas, que de otro modo se habrían perdido bajo montones de papeles, fueron cantados por personas. La música adquiere un significado completamente nuevo a medida que se acerca al alma humana con palabras, que expresan emociones personales. No es de extrañar por que la música y la poesía han hecho una pareja tan agradable durante siglos y probablemente lo harán por la eternidad. En este buffet de poemas musicalizados, merengue, boleros, tango, rock, salsa, joropo… y otros más, el poeta decide abandonar su mutismo en la blancura del papel y en un singular matrimonio discurrir consciente, a la luz de la memoria de sus vivencias, atrapa el perfume con las manos o canta al amor telúrico, su tierra natal, donde su luna “guarda inocentes recuerdos de conversaciones vanas y de besos cuerdos” (Santo Domingo). Cual hilandera de “hilo en hilo teje el amor” y “pétalo en pétalo forma la flor”. Es larga la lista de poemas musicalizados entre los que tenemos a José Martí (Pablo Milanés), Nicolás Guillén (Ana Belén), César Vallejo (Noel), Dulce María Loynaz (Dinaury Pérez), Cantos a poetas de la Patria (Sonia Sivestre), entre muchos otros. Cuando a la poesía musicalizada se le agrega la voz del intérprete sucede la magia.

En este contexto vemos como JM Serrat universalizó un pequeño poema de Machado, me refiero a la “Saeta”. En Retazos de Amor de Felucho, hay un material Gourmet para los entendidos del placer auditivo estético.


Quería que esta presentación tuviera forma de corazón para agradecer a nuestro amigo por este aporte a nuestro arte, pues decía Camila Henríquez que el agradecimiento es la memoria del corazón, pero me salió redondo, así es que termino como comencé. Felucho decían los antiguos Griegos que la Diosa Fortuna favorece a los audaces.

Por: Angelia Aybar

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