Algunas veces tenemos tantas cosas valiosas, pero no no damos cuenta. Nuestra mirada fija en algunos objetivos no nos deja apreciar todo lo que hemos logrado.

A muchos nos ha pasado, hemos sentido que nada vale la pena, que estamos perdiendo el tiempo, que las cosas que hacemos no tienen gran valor, que pasan inadvertidas, pero no es así.
Lo malo es que solo tomamos conciencia de lo valioso que tenemos, cuando ya lo hemos perdido, cuando ya lo hemos dejado atrás para ir tras metas y objetivos con pocas probabilidades de ser alcanzados.

No siempre se trata de grandeza u opulencia, se trata de cosas simples, sencillas, pero que dejan huellas y un invaluable aprendizaje en los demás.

Nos hemos creado cánones de todo tipo, y nos sentimos obligados a encajar dentro de los mismos. Si lo que hacemos o la manera en que vivimos no nos hace sentir acorde con las exigencias de la sociedad, empezamos a ver solo el lado negativo, estamos seguros de que hemos fracasado. Pensamos que no hay más nada que podamos hacer.

Una persona que realiza su trabajo cada día, como un maestro, un policía o un bombero, para citar tres ejemplos de quienes trabajan con la comunidad, acudirá todos los días a cumplir con su deber, lo hará un día con mayor entusiasmo que otro, pero muy difícilmente pueda darse cuenta de cómo está siendo visto por las personas en su entorno.

Para otros, sobre todo los niños, son héroes, personas de gran valor, pero muchas veces ellos no lo notarán, quizás, porque quisieran ser o a hacer algo distinto.

En un momento sentirán el reconocimiento y simpatía de sus vecinos y esto los hará sentir felices y realizados. Pero al poco tiempo surgirá la tremenda confusión que por años ha llevado a las personas a asociar el éxito con tener fama, reconocimiento público y dinero.

Muchas veces el éxito radica en hacer lo que te gusta, en influir de manera positiva en la vida de otros.

Es triste y común que otros vean más virtud en las cosas nuestras, que otros deseen alcanzar aunque sea la mitad de lo que nosotros hemos logrado, sin embargo, nosotros siempre estaremos inconformes.

Sin darnos cuenta, lo tenemos todo pero a nosotros nos parece nada.

Posted in Mi Tiempo

Más de opiniones

Las Más leídas