Amigo lector ¿Usted creía que los primeros en llegar a lo que hoy es el estado de Nueva York fueron ingleses, holandeses o quizás vikingos? Pues no, la primera persona en llegar a esa región era originaria de República Dominicana en 1613.
Su nombre es Juan Rodríguez y la avenida Broadway, entre las calles 159 y 218, lleva su nombre una zona poblada mayoritariamente por dominicanos. Pues emigrante es el que se va, mientras que inmigrante es el que llega. El migrante, por su parte, es aquel que, simplemente, se desplaza de un lugar del que es originario a otro distinto. Nuestro diseñador fue un emigrante!

El padre de Oscar de la Renta no dudó en apoyar a su hijo cuando éste le dijo que quería dedicarse a la pintura abstracta, es cuando se va a Madrid para estudiar en la Real Escuela de Arte de San Fernando.

Y el destino lo lleva a trabajar en el taller madrileño del gran Cristóbal Balenciaga, donde logró su primer éxito, pues de sus manos salió el boceto de un fabuloso vestido para Beatriz Lodge, hija del entonces embajador de Estados Unidos en España. Y ese mismo diseño fue portada del semanario de la revista Life vistiendo la creación de Oscar de la Renta, con lo que este dio la vuelta al mundo y su nombre empezó a sonar en los círculos más influyentes. Lo demás es historia.

Este premio internacional al cual hago referencia en mi entrega de hoy es un reconocimiento a los dominicanos que se destaquen en diferentes área, pues son muchos los compatriotas que han desarrollado una vida extraordinaria, un trabajo digno para su comunidad, como ocurrió con nuestro Oscar de la Renta. Los mismos fueron creados mediante decreto 242-17 por el excelentísimo señor presidente Danilo Medina, a solicitud del señor canciller Miguel Vargas, para reconocer los méritos de hombres y mujeres que con su accionar, elevan el nombre de la patria que lo vio nacer, fomentan los valores de la nacionalidad y motivan a la población emigrante a destacarse positivamente. Es un premio de entrega anual, fue otorgado por primera vez en diciembre pasado, al eminente médico dominicano establecido en Nueva York, Rafael Lantigua. Los mismos están a cargos de la embajadora María de los Ángeles García de Vargas, supervisora general, la cual en otras ocasiones ha expresado el proceso de selección de los candidatos. Y lo ha motivado así cito. “Si alguien conoce de un emigrante dominicano que se haya destacados por su excelente trayectoria laboral y que a su vez haya contribuido con el bienestar y la prosperidad en la comunidad donde reside, manteniendo estrechos vínculos de servicio con nuestra patria, sería maravilloso que presenten dicha candidatura al través de las entidades correspondientes”. Todo esto es parte de una realidad dictada por los objetivos fundamentales de una política exterior proactiva y participativa ejecutada por nuestro canciller Miguel Vargas.

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