Ser ovejas sujetas a principios y valores en este tiempo, es el gran desafío. Sentir como humanos pero actuar como ungidos es una disciplina extravagante. Una oveja está llamada a ser mansa cual paloma, pero debe ver cada lobo rapaz de su mundo como esa serpiente implacable que procura eliminarnos y desplazarnos a como dé lugar. La litis interior, las presiones e intimidaciones externas pueden ser desgastantes, atropellantes y deprimentes, pero la promesa fiel reza: “estaré con ustedes todos los días de esta vida” más “sed prudentes…” Y es que el prudente triunfa cuando sabe y cuando ignora, porque se sujeta al Omnipotente a toda hora. Dios no te da una batalla que no puedas ganar tampoco una prueba que no logres soportar ni una promesa que no pueda cumplir.