Un ejemplo de cómo todo podemos en cristo que nos fortalece, lo he visto al transcurrir del tiempo, entendiendo que valioso es ser flexibles en las manos de Dios, como hacer lo mejor que se puede con lo que se tiene, sin forzar pero sin desmayar en la fe. Ese es el arte que el Padre desarrolla en nosotros mientras obedecemos y avanzamos.
Creer con acciones contundentes que al final todo será mejor de lo que imaginamos es saber que sus planes superan con creces los nuestros, que Él es galardonador de los que le buscan, complaciente con los que se deleitan en él, y asombroso con los que le creen sin reservas, siempre nos da más abundantemente de lo que pedimos o entendemos. Esa fe, toca lo sublime y cambia la realidad.