El proceso Divino para moldear una vida no es cualquier cosa, se trata de un diseño cuidadosamente pensado, justo a la medida de lo que Dios ha decidido forjar en ti. No hay tal cosa como cabos sueltos, situaciones al azar, aún lo descabellado o insólito tienen un encaje preciso en su plan contigo…
Tratar de entender el proceso no lo hará más suave, evadirlo o intentar abortarlo no resultará, porque solo estará cambiando los actores y el método por otro quizás más fuerte. El proceso de Dios contigo busca hacerte bien, llevarte a lo mejor y sanar o eliminar lo que te impide reflejarlo. No te quites, no te muevas, no corras, no huyas, tampoco te auto sabotees, ten cuidado, porque Dios persigue a quien se propuso cambiar y moldea a quien determinó usar.