Madurar implica tener conciencia de que cuando algunos de los que realmente amamos tienen una gran capacidad de sentir nuestro amor, pero no de entenderlo, debemos ser pacientes; reconocer que en estos casos dar ejemplo, inspirar, ser tolerantes y no forcejear espacios, razones o intereses, resulta mucho más fructífero y provechoso a la postre. Son tantas las palabras con que podríamos iluminar una mente ofuscada, pero un choque de luz a destiempo puede causar ceguera temporal o permanente. Simplemente no te entenderán, no están listos, y es cuando un consejo luce como un regaño o hasta como una confrontación. Al invadir las sombras de quienes no están preparados para tu luz, parece como si destruyéramos su mundo. No olvides que el amor es paciente y siempre sabe esperar al amanecer.

Posted in Rosas para el alma

Más de opiniones

Más leídas de opiniones

Las Más leídas