Celebré en Jarabacoa el fin de año del 2019. Empezaba un año que nos recordaba la visión perfecta y mi mamá de- cía que sería un gran año.

Los presagios de tormentas estaban presentes, unas accidentadas primarias de uno de los partidos mayoritarios dejaron a todos con preocupación. Sistema de cómputos cuestionados, resultados antes del cierre de las votaciones y una fiesta de votos en la región sur que dejó muy mal parados a los jueces electorales que entra- ron por la puerta delantera y salieron por una muy pequeña puerta trasera.

El país quería un cambio y las elecciones fallidas de febrero fueron el de- tonante para despertar a un país anestesiado por las facilidades que se daban en bonos de todo tipo a los más necesitados y a los empresarios el bono del crecimiento económico, sin tomar en cuena los préstamos y los errores cometidos en múltiples áreas.

Ganó un candidato fresco, que simboliza el cambio, con mensajes claros de un gobierno ágil, menos protocolar y tecnológicamente adaptado a los tiempos actuales.

Encontró una situación sanitaria y económica como a ningún gobernante le ha tocado resolver. Encontró un sis- tema colapsado, a pesar de los esfuerzos de algunos funcionarios del gobierno pasado, mientras la mayoría se con- centraba en ganar las elecciones y luego el desgano de haberlas perdido y que el nuevo gobierno debió enfrentar con medidas urgentes.

Se redujeron los contagios con éxito, el gabinete de salud trabajó incasable- mente y hoy muchos dominicanos están recibiendo la prima dosis de las vacunas que nos permitirán retornar a una cierta normalidad, la economía volverá a generar empleos, divisas y por qué no im- puestos, para que el gobierno pueda se- guir los planes de construcción de infraestructura, viviendas y salud.

Hoy todos los dominicanos cuentan con un plan de salud en Senasa, total- mente gratis. Los que estamos vincula- dos al sector salud sin fines de lucro, sabemos lo que significa para la familia la seguridad de contar con protección médica gratis, que de otra forma no podrían acceder a la atención de salud a la que to- do ser humano tiene derecho a tener.

El gobierno encontró un sector agrícola con serios problemas debido a la caí- da de la demanda, como resultado del cie- rre de los hoteles como resultado de la pandemia. Pero como dijo el Presidente en su discurso, el sector no sólo sufría los efectos del sector turístico “estaba endeudado y desmotivado, fruto de un modelo económico que favorecía el consumo de bienes agropecuarios importados en detrimento de la producción nacional”.

Soy testigo de eso, amigos y familia- res dedicados a la difícil tarea de producir en el campo, hoy reciben financiamientos del Banco Agrícola a tasa cero, también a tasas muy por debajo de las re- gulares del sistema bancario.

El país clamaba por una justicia diferente, pedía resolver los casos de corrupción que afectan el crecimiento y por años han creado una clase de poderosos que no pueden justificar lo que tienen.

Hemos visto un cambio y el Presiden- te en el Congreso dijo que tendríamos: “un país sin impunidad; un principio sa- grado que el que la hace la paga. Nadie quedará impune si comete un delito, ni nadie interferirá en su resolución”.

Ese sería el mayor aporte que un gobierno puede hacer, si nuestro crecimiento ha sido la envidia de muchos países, mucho más lo será cuando cada centavo se maneje con escrupulosidad.

Las ayudas a las familias no se han he- cho esperar y a pesar del peso que significa para el presupuesto, el programa FA- SE ha sido extendido hasta el mes de abril y muchos programas se han ampliado para beneficio de los que más lo necesitan. El apoyo al turismo, a la pequeña empresa, a las zonas francas que han logra- do exportaciones récord, reconvertir rápidamente mucha de su producción. El sector industrial no se ha quedado atrás, ha superado los efectos de la pandemia, aunque ahora enfrenta, junto con los de- más sectores productivos, un aumento en el petróleo y una crisis sin preceden- tes, como consecuencia de la tormenta sufrida por Texas.

Esto impacta en lo inmediato no sólo en los precios de las materias primas im- portadas, muchas plantas en el estado norteamericano debieron parar producción fruto del impacto climático y hoy les impiden suplirnos de las materias primas necesarias para mantener nuestras empresas en operación.

A esto tenemos que agregar el impacto del aumento desorbitante de los fletes y para complicarlo aún más, la ca- rencia de barcos con frecuencia suficiente para nuestras importaciones y exportaciones.

La educación que nos preocupa a to- dos, se ha hecho un gran esfuerzo para impulsar las clases de forma virtual has- ta que la pandemia nos permita volver a las aulas. Entrenamiento de maestros y proveer a alumnos y profesores de table- tas y computadores ha sido un reto en me- dio de todas las dificultades que representa la iniquidad de unos que pueden ac- ceder a las clases virtuales y otros no.

Sería imperdonable de mi parte no mencionar la licitación de 800 megas a gas, en Manzanillo. Un sueño de mi par- te desde que estuve en CDEEE. Esta se- rá una licitación transparente, donde se- guro habrá muchos licitantes y no hará falta contratar a un genio que cree un li- citante virtual.

Logros y retos seis meses después, pero en corto tiempo y resolviendo las crisis que no desaparecerá de repente, pero que con el trabajo de todos iremos resolviendo.

Puedo repetir, como dije en unos de mis tuits, comentado la rendición de cuentas del Presidente Abinader, des- pués de seis meses de gobierno “un ba- lance real, ajustado a la realidad que le tocó recibir”.

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