El ex primer ministro haitiano Jean Max Bellerive afirmó que las bandas haitianas han suplantado al Estado al extenderse en diferentes partes del territorio. Reconoce el accionar de una guerrilla urbana que incluye el control de todas las carreteras de salida de la capital para cobrar peaje a cada camión que quiera entrar o salir recibiendo entre 60 y 80 millones de dólares anuales. Según lo que describe la presencia de armas de alto calibre es notoria en cada esquina, además denuncia el tráfico de drogas y de órganos. Reconoce que el interés del crimen organizado internacional en Haití es controlar los puntos de entrada y salida del país que son atesorados por su posición geográfica.