Jamás seré partidario de la violencia contra los niños, pero yo apoyo a Santiago Riverón, quien en más de cinco ocasiones habló de la necesidad de que Conani y Migración estuvieran presentes de manera permanente para resolver la situación de menores de edad que se dedican a robar. De camino a su trabajo se encontró a un grupo durmiendo en el parque, los agarró por la franela, por donde duele menos y los entregó a migración. Además, los niños no son tan niños, andan armados con cuchillos robando. El alcalde no tenía otra salida. Faride que se reúna con él y lo ayude. El problema no es Santiago Riverón. El problema es quien deja entrar a esos niños a Dajabón.