Desde 1978 comencé a seguir los temas del turismo. Cuando llegué al diario El Sol, como jefe de redacción en 1977, encontré varios ejemplares de la revista Bohío, entonces la única forma de acceder a información sobre este sector, incluyendo la Organización Mundial del Turismo. La lectura me resultó novedosa. Me conectó con el turismo y creó para mí un nuevo espacio de interés profesional.

En la medida que me involucraba, y por mis raíces higüeyanas, aumentó el convencimiento de que esta actividad era una gran oportunidad para República Dominicana. He estado en primera fila, pero siempre desde el asiento de periodista y a partir de 1988 también en la comunicación turística y con el diario Resumen Turismo.

Pero ayer participé en una interesante actividad para pasar revista a la evolución del turismo en nuestro país. Fue organizada por la Cámara de Comercio Domínico Española, con Simón Suárez, Luis López y Julio Llibre, como expositores. Ellos son protagonistas de primera fila, como actores directos del desarrollo y construcción de las bases de la industria turística que tenemos hoy. Pronto divulgaré sus intervenciones.

Hoy comparto resumidos tres interesantes aspectos que analizaron, de gran incidencia en el proceso: 1. La conveniencia de la planificación central del desarrollo turístico; 2. El decisivo aporte de las hoteleras españolas, y 3.El todo incluido, como una importante contribución al desarrollo del turismo y la conquista de importantes mercados.

Los panelistas coincidieron en que en el desarrollo de Puerto Plata, importante hito en el lanzamiento de la moderna industria turística que tenemos, fue posible porque se origina en un proceso de planificación central, puesta en manos del Banco Central, que en los años 70 era la institución con músculo financiero, credibilidad y estructura para organizar un equipo capaz de llevar a cabo el proceso. Esa experiencia sugiere que la planificación central del desarrollo turístico con la participación de los actores privados, es el camino a seguir en Pedernales y en cualquier otro proyecto.

Playa Dorada fue pensada para ganar el mercado de Estados Unidos. No logró atraer la inversión de hoteleras estadounidenses. Las dos cadenas que llegaron fracasaron y se retiraron al poco tiempo. Eso nos empujó hacia Europa; porque quienes sí invirtieron aquí fueron las hoteleras españolas comenzando por Occidental y Barceló. Ellas atrajeron las demás. Nos conectaron con Europa y aportaron inversión, conocimiento de la industria y experiencia de marketing. Hicieron posible lo que tenemos hoy
El todo incluido, creado en Jamaica y desarrollado aquí, lo trajo la atípica hotelera estadounidense Jacktar (vendía paquetes como en Europa y Canadá). Este modelo marco la diferencia porque facilitó el desarrollo hotelero cuando carecíamos de oferta complementaria atractiva. Atrajo a las hoteleras españolas y ahora está captando el interés de las grandes cadenas estadounidense por su forma simple de vacacionar, muy atractiva para la clase media que es el gran mercado. El todo incluido llegó para quedarse, ha evolucionado y mejorado. Está creciendo aquí y en muchos mercados.

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