Una mirada al escenario latinoamericano

En Latinoamérica están aconteciendo varios fenómenos, por un lado, es oportuno observar la tirantez entre las autoridades políticas de Guyana y Venezuela, luego que esta última aumentara su presencia militar en la zona limítrofe con la otra colonia inglesa y pautara la celebración de un referéndum el venidero 3 de diciembre, planteando la creación de la provincia Esequibo y la nacionalización de sus habitantes.

La gran cantidad de petróleo y gas, entre otros recursos naturales de gran valor estratégico, revive un disenso que tiene más de un siglo entre estas naciones fronterizas y al que en última instancia se sumaría Surinam, que también tiene diferencias con Guyana por asuntos territoriales. Todo parece indicar que a la Corte Internacional de Justicia (CIJ) le tocará dirimir sobre este conflicto de amplias dimensiones, porque aborda aspectos económicos, y también de soberanía y de integridad
territorial.

Venezuela también ha sido noticia por la decisión del Gobierno de Nicolás Maduro de desconocer las primarias de los sectores que le adversan, donde resultó electa como candidata presidencial María Corina Machado, quien deberá emplearse a fondo para fortalecer sus bases de sustentación, y mantenerse firme en su propósito, porque corre el riesgo de ser minimizada por el poder político hegemónico del chavismo, como ha sucedido con otros liderazgos.

Mientras que, a lo interno de Nicaragua crece la percepción de que el poder político de Rosario Murillo está en ascenso, por la principalía que viene teniendo en la toma de decisiones, frente a un Daniel Ortega que misteriosamente ha ido saliendo de la escena. Tal impresión cobra más fuerza luego que la Vicepresidenta y Primera Dama tomó el control de la Suprema Corte de Justicia, augurando más represión.

Desde otra vertiente, la guerra de encuestas, nueva propaganda política y la campaña sucia puesta a circular en las redes sociales, centran la última etapa de la campaña electoral argentina con miras al balotaje programado para el domingo 19 de noviembre, cuyos candidatos, el kirchnerista Sergio Massa y el ultraderechista Javier Milei, deberán participar en un tercer y último debate el próximo domingo 12, que podría redefinir las proyecciones de los estudios de campo, que apuntan a que las votaciones serán cerradas, puesto que el panorama electoral se está reconfigurando.

En lo que concierne a Colombia, un nuevo escándalo asoma, pues desde un sector de la prensa se le cuestiona al mandatario Gustavo Petro su frecuente desaparición pública y la falta de información oficial al respecto. El dignatario todavía no se repone del rezagado desempeño en las elecciones regionales de su plataforma Pacto Histórico y los problemas de imagen que han determinado el declive de su popularidad.

Por último, el Congreso panameño (unicameral), aprobó una moratoria a la minería metálica en todo el territorio y por tiempo indefinido, una decisión a todas luces motorizada por el Gobierno, aprovechando que tiene mayoría, con el propósito de neutralizar las protestas masivas que duraron unas dos semanas, contra las operaciones de la que se considera la mina de cobre a cielo abierto más grande de Centroamérica.

La medida adoptada por el hemiciclo puede calificarse como una especie de bajadero, ante la indisponibilidad del Tribunal Electoral de Panamá de organizar una consulta popular el 17 de diciembre, como había promovido la Administración de Laurentino Cortizo, porque el citado organismo trabaja en el montaje de las elecciones presidenciales programadas para mayo de 2024.

Como se aprecia, el escenario latinoamericano se perfila bastante dinámico y en algunos casos un tanto caldeado, a raíz del panorama interno de difícil manejo que enfrentan varias naciones, cuyo devenir marcaría el curso de los acontecimientos en la región en el corto y mediano plazo.