La falta de planificación ante los efectos de los fenómenos atmosféricos y las pérdidas económicas y de vidas

Los impactos producidos constantemente por los fenómenos naturales, en todo el territorio nacional, parecen no importarle al gobierno, ya que no hay una política clara de planificación antes estas vulnerabilidades, lo que tiende a producir necesariamen

Los impactos producidos constantemente por los fenómenos naturales, en todo el territorio nacional, parecen no importarle al gobierno, ya que no hay una política clara de planificación antes estas vulnerabilidades, lo que tiende a producir necesariamente desastres naturales, que se transforman en grandes pérdidas económicas y de vidas a los dominicanos, lo cual, de existir un verdadero plan de prevención, se evitaría que las constantes crecidas de los ríos afecten las infraestructuras, la agricultura, pérdidas materiales y humanas cada vez que tenemos grandes temporales de lluvias.

Es que la falta de planificación y mantenimiento en una verdadera política pública que tienda a producir acciones de dragados de ríos, presas, canalización, encauzamientos de ríos y arroyos, limpiezas de canales de riego, cañadas, drenajes transversales y longitudinales, control de malezas en cunetas de carreteras y caminos vecinales, así como intervención en las formaciones de meandros cerca de las pilas de los puentes en ríos, para evitar los desplazamientos de los aproches, son medidas que si fueran realizadas se evitarían que estos fenómenos atmosféricos se conviertan en desastres naturales.

Es penoso ver como los más desposeídos de nuestro país sufren la consecuencia por el Estado no realizar lo que se tiene obligatoriamente que hacer, que es trabajar para el mejor funcionamiento del país, para evitar que cada día estas familias pobres sigan perdiendo su vida y lo poco que tienen materialmente. Vemos como sus casuchas con todo y sus humildes enseres son arrastradas por las enfurecidas aguas, por la negligencia de los funcionarios.

El Centro de Operaciones de Emergencias (COE) informó el pasado 14 noviembre del 2016, que por las lluvias caídas en los últimos 15 días del mes de octubre y las primeras dos semanas de noviembre, 131 comunidades estaban incomunicadas en varias provincias, 20 mil 135 personas desplazadas y 294 permanecieron en tres albergues oficiales, 4,027 viviendas anegadas, 62 afectadas y 50 destruidas, varios puentes y carreteras afectados.

Esos aguaceros provocaron daños, según los calculados por el Gobierno, de aproximadamente RD$20 millones de pesos. El ministro de Obras Públicas, Gonzalo Castillo, informó que unos 130 puentes fueron afectados en 14 provincias, y que también gran cantidad de carreteras, caminos vecinales y calles, se deterioraron por las inundaciones.

Con las últimas precipitaciones caídas a finales del mes de abril de 2017, el ministro de Obras Públicas Gonzalo Castillo informó que los daños a la red vial sobrepasan los cinco mil millones de pesos, y que con las lluvias colapsaron 42 puentes, se afectaron 13 carreteras y 18 caminos vecinales.

El informe suministrado por el COE señala que los aguaceros citados anteriormente provocaron el colapso de 13 puentes y daños a otros 61, y que también afectaron 31 carreteras y 49 caminos vecinales, quedando 92 comunidades aisladas y 46 acueductos fuera de servicio.

Un ejemplo palpable de la falta de planificación que conduce indefectiblemente a la improvisación, lo constituye la imprudencia cometida en la provincia La Vega, donde actualmente se levanta un proyecto habitacional de cinco lotes de cuatro bloques para un total de 160 apartamentos contiguos al río Camú, en la comunidad de San Miguel, que con las últimas aguas caídas en la zona, por la crecida de este importante río, han penetrado al proyecto, y ahora después de lo ocurrido se trabaja apresuradamente en el encauzamiento de río Camú próximo a la citada construcción. Lo peor del caso es que estos edificios se construyen para ubicar a los desalojados de la comunidad del Riíto y a los que residían cercanos al río San Miguel, lo que necesariamente preocupa a estas humildes familias, que los sacan de una zona de alta vulnerabilidad y el mismo Estado les construye en un lugar de gran peligrosidad, para continuar con los mismos riesgos de perder vidas humana y recursos económicos. (elCaribe. Levantan proyecto al lado del río Camú, 19/04/2017 – MIGUEL PONCE).

Es triste ver, que cada vez que ocurren en el país los lamentables desastres naturales, la historia vuelve a repetirse, quedando al desnudo la falta de una verdadera y seria política de prevención, para evitar que el país siga botando cuantiosos recursos económicos reparados los daños después de ocurridos, sin que haya consecuencias, ni penalidades, o censuras, por parte de los responsables de las instituciones públicas obligadas a enfrentar estos problemas.

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