La gesta de Abril: Marino Almánzar, el capitán del pueblo, hoy coronel ®

Es difícil escribir sobre un familiar que se haya distinguido por su valor a favor de nuestro pueblo, pero la verdad no se puede ocultar, por eso al iniciarse el mes de abril, cuando se cumple el 52º Aniversario de la Revolución de Abril, he querido&#8

Es difícil escribir sobre un familiar que se haya distinguido por su valor a favor de nuestro pueblo, pero la verdad no se puede ocultar, por eso al iniciarse el mes de abril, cuando se cumple el 52º Aniversario de la Revolución de Abril, he querido destacar algunas pinceladas sobre la actuación en la gesta memorable en la que en más de una ocasión arriesgó su vida al combatir sin miedo contra el Golpe de Estado consumado contra el Gobierno democrático del Profesor Juan Bosch y en contra de la Segunda Intervención Norteamericana.

Marino Almánzar estuvo muy ligado al pundonoroso militar Rafael Tomás Fernández Domínguez, valioso héroe y a quien la posteridad tendrá que recordar por su valentía, decoro y honor a favor del pueblo dominicano.

Perteneció al denominado Batallón Blindado de la Fuerza Aérea Dominicana en la que era muy diestro, específicamente en los tanques AMX, aprendiendo su uso en la hermana República de Venezuela.

Al producirse el Golpe de Estado en contra del Profesor Juan Bosch, el destacado militar Rafael Fernández Domínguez, le envió una nota con Silvestre Alba de Moya informándole de hacer un asalto al Palacio para reponerlo, a lo cual el Profesor Bosch se opuso para evitar derramamiento de sangre. Luego de hacer los contactos militares necesarios en la capital y el interior del país, tomó la decisión de restaurar el Gobierno Constitucional derrocado, rodeó con tanques el Palacio Nacional y el de la Policía, con un grupo de jóvenes militares, entre los cuales figuraban: mayor Cabrera Luna, capitán Héctor Lachapelle, capitanes Cabral Ortega, Quiroz Pérez, teniente Genao Frías, Sención Silverio, José Jiménez, Gerardo Brito, Piantini Colón, Marino Almánzar y Ernesto González.

El grupo de los valiosos militares cancelados se reunía con frecuencia en la bomba de gasolina ubicada en la avenida San Martín, propiedad del caballero Bolívar Bello Veloz, cuñado del capitán Lachapelle, lo que motivó que en una ocasión se apersonara al taller de mi hermano Marino el entonces coronel Osiris Perdomo Rosario y el mayor Grampolver Medina (EPD) con un mensaje del General Elías Wessin y Wessin manifestándole que dicho general deseaba verlo, a lo que Marino le contestó que con mucho gusto, pero que debía ir a su casa para cambiarse de ropa, contestándole el coronel Osiris: “Marino, tú has sido guardia, si tú no vas yo seré quien pagaré las consecuencias”.

Marino se retiró a su taller de mecánica que había organizado en la calle Juan de Morfa. Sin embargo, exactamente el 24 de abril, en la mañana, se apersonó al taller el honesto y excelente militar general Osiris Perdomo, con el recado anterior, pero cuando Marino se cambiaba de ropa para irse a las oficinas del general Wessin, estalló la guerra de abril.
Entonces Marino lo que hizo fue unirse de inmediato a las fuerzas constitucionalistas destacándose como un experto militar, de tal manera, que en la batalla del Puente Duarte, por su capacidad y experiencia, junto al pueblo, pudo adueñarse de algunos tanques de las tropas de San Isidro.

Son muchos los testimonios que poseo sobre la entrega y valentía de Marino en la Gesta de Abril, como son los siguientes:

Siendo Miembro de la Cámara de Cuentas, mientras celebrábamos una reunión con los miembros de la Asociación de Contables y Auditores (CPA) uno de ellos me preguntó: ¿Usted es hermano de Marino? Y al contestarle afirmativamente, me dijo: “Usted es hermano de un patriota”.

A mis manos han llegado acrósticos escritos y poesías dedicadas a Marino por su participación en la Guerra de Abril.

Recojo dos de las estrofas de la poesía del licenciado Moncho Sánchez Acosta, que dicen:

I
Y Marino Antonio Almánzar
pronto se abrazó a la causa
y el 25 de septiembre
quizo defender su patria.
II
Junto a Fernández Domínguez
y el movimiento Enriquillo
Marino fue a la Trinchera
para tumbar el Triunvirato.

El licenciado Tirso Urbáez escribió el acróstico titulado: Viva el capitán del pueblo, que no puedo detallar completo, por lo que seleccioné estas dos letras:

A- Abril del 65, glorioso escenario de la dignidad dominicana por sí, la trinchera del honor donde a sangre y fuego los verdaderos hijos de la patria de Duarte, Sánchez y Mella defendieron a mucho orgullo y gran coraje la soberanía nacional.

O- ¡Oh! Capitán Marino Almánzar, el coronel Caamaño y todos sus compañeros de armas y de lucha revolucionaria siempre serán recordados por el pueblo dominicano con mucho orgullo y gran cariño.

Por sus acumulados méritos, por el Decreto No. 251-12 el Poder Ejecutivo le concedió la Condecoración de la Orden del Mérito de Duarte, Sánchez y Mella en el Grado de Oficial.
Después de la muerte de su querida esposa e inolvidable cuñada Josefina, Marino vive tranquilo atendido por sus hijos y nietos y dedicado a la mecánica pesada que es su principal especialidad.

Siendo el general Wessin, Secretario de las Fuerzas Armadas y el autor de este artículo Secretario de Educación, me pidió que llevara a mi hermano Marino, a quien quiero como hijo, y allí se abrazaron y limaron sus asperezas.

En noviembre del año 2015 el Honorable Ayuntamiento de Salcedo, nuestra ciudad natal, le rindió junto al también coronel ® Ernesto González (EPD), un merecido reconocimiento al que asistieron las fuerzas vivas de nuestra patria chica, por su arrojo y valentía en la defensa de la nacionalidad y de nuestra patria, declarándolos “hijos adoptivos”, con un elegante reconocimiento que Marino conserva para que sus herederos y descendientes imiten su ejemplo y que estén listos para luchar por la independencia y seguridad de la patria, como lo hicieron Duarte, Sánchez, Mella y Luperón, en las gestas independentistas y restauradoras de febrero y agosto de 1844 y 1861.

Loor y gloria a los pundonorosos militares que con un sentido democrático produjeron la famosa Guerra de Abril.

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