Washington. Se le hace cada vez más difícil al presidente Donald Trump desdeñar la investigación sobre la injerencia rusa en las elecciones, ahora que su ex jefe de campaña está bajo arresto domiciliario y un ex colaborador se ha declarado culpable de interacciones con los rusos. Pero no ceja en sus esfuerzos.

Un vistazo a las declaraciones de Trump y la vocera Sarah Huckabee Sanders el lunes, cuando se dieron a conocer los cargos contra Paul Manafort y la declaración de culpabilidad del asesor George Papadopoulos:

Trump en un tuit: “Eso fue hace años, antes de que Paul Manafort formara parte de la campaña de Trump”.

Los hechos: No es así, como lo demuestra el acta de acusación.
Manafort y su socio Rick Gates están acusados de actividades criminales que abarcan de 2006 a febrero de 2017. Si bien no se refieren a las actividades de Manafort con la campaña, lo acusan de lavado de dinero y actos conspirativos antes, durante y después de su período como jefe de campaña.

Manafort y Gates deben responder a 12 cargos correspondientes a actividades entre 2006 y 2015, antes de que se sumara a la campaña en marzo de 2016.

Pero los dos están acusados de conspirar entre ellos y con otros para defraudar consciente e intencionalmente y cometer delitos contra Estados Unidos de 2006 hasta este año.

Los dos están acusados de conspirar para efectuar declaraciones falsas y ocultar delitos contra Estados Unidos y hacer que otros hagan lo mismo de noviembre de 2016 a febrero de 2017.

La querella alega que Manafort y Gates actuaron como agentes no registrados del entonces líder ucraniano prorruso de 2006 hasta 2015. Dice que “desde aproximadamente 2006 hasta al menos el fin de 2016, MANAFORT y GATES lavaron dinero a través de decenas de empresas, sociedades y cuentas bancarias estadounidenses y extranjeras”.

Manafort fue jefe de campaña desde mediados de mayo hasta el 19 de agosto de 2016.

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