Miami, 9 jun (EFE).- El expresidente de EE.UU. Donald Trump deberá responder ante la justicia federal de 37 cargos penales relacionados con los documentos clasificados hallados en su casa de Florida en 2022, en medio de la campaña para las primarias republicanas con vistas a regresar a la Casa Blanca.

Se le acusa de retención ilegal de secretos del Gobierno, obstrucción a la Justicia y conspiración, entre otros delitos, según los documentos judiciales publicados oficialmente este viernes, un día después de que Trump informase que «la caza de brujas más grande de la historia» se había trasladado a Florida.

El fiscal especial Jack Smith, a cargo de la investigación, dijo este viernes que la ley se aplica para todo el mundo y que buscará un juicio rápido «de acuerdo con el interés público y los derechos de los acusados».

También le pidió al público que lea el documento de la acusación para comprender «el alcance y gravedad de los delitos imputados».

La Fiscalía alega que Trump «se esforzó por obstruir las investigaciones del FBI y del gran jurado y ocultar la retención de documentos clasificados».

Según el documento de 49 páginas, los delitos más graves que se le imputan, como obstrucción a la justicia y conspiración, están penados con un máximo de 20 años de cárcel y multas de hasta 250.000 dólares (232.500 euros) y los menos graves, como conspiración para ocultar, con 5 años de cárcel y la misma sanción económica.

Además de Trump está imputado Waltine Nauta, un asistente militar que trabajó para él durante su mandato como presidente (2017-2021) y fue visto moviendo cajas con documentos oficiales en Mar-a-Lago, la residencia de Trump en Palm Beach (Florida)

Para la investigación se conformaron dos grandes jurados, uno en Washington, y otro en Miami, que desde el 19 de mayo hasta el miércoles ha escuchado testimonios de personas relacionadas con el manejo de los documentos oficiales que Trump tenía en su casa sin autorización, algo que es ilegal en EE.UU.

TIERRA DE TRUMP

El próximo martes, 13 de junio, el expresidente deberá comparecer en los tribunales federales de Miami para la lectura de los cargos.

«Va a haber muchos simpatizantes allí. Florida es tierra de Trump», dice a EFE el analista político republicano Alfonso Aguilar, uno de los que considera que «a la larga, como en el caso de Nueva York» (el caso de los pagos a Stormy Daniels), este procesamiento va a beneficiar al expresidente en su campaña.

De acuerdo con varios medios, la jueza federal que va a supervisar el caso, al menos al principio, es Aileen Cannon, nombrada por Trump.

Cannon fue la que, al principio del caso, aceptó una petición de los abogados de Trump para que fuera un perito especial quien revisara el material incautado en Mar-a-Lago, que incluía un centenar de documentos clasificados, y nombró al veterano juez de Nueva York Raymond Dearie para que se encargara de la tarea.

Pero en diciembre de 2022 debió dar marcha atrás y anular la decisión por un fallo de la Corte de Apelaciones del Undécimo Circuito de Estados Unidos, que dio la razón al Departamento de Justicia.

CAMBIOS EN EL EQUIPO LEGAL

Dos de los abogados de Trump, Jim Trusty y John Rowley, dimitieron este viernes y ahora estará representado por Todd Blanche, que ya formaba parte de su equipo legal y otros abogados que se sumarán «en los próximos días», según dijo este viernes.

El expresidente, que está en campaña con la meta de volver a la Casa Blanca, afirma ser «inocente» y dice que el objetivo de esta acusación en la justicia federal es «dañar su reputación» para impedir que gane las elecciones de 2024.

«Colusión», «interferencia electoral» y «engaño» son las palabras que Trump repitió a lo largo de un video publicado anoche, en el que acusó al presidente, Joe Biden, que busca la reelección, de estar detrás de todo.

Este nuevo procesamiento, el primero por delitos federales a un expresidente en EE.UU., sigue a la imputación de Trump en un tribunal no federal de Manhattan (Nueva York) en marzo pasado por los pagos irregulares para silenciar a la actriz porno Stormy Daniels durante la campaña presidencial de 2016.

Ahora está de nuevo en campaña y tiene mítines programados en Carolina del Norte y Georgia para este fin de semana.

Varios de sus rivales en las primarias, incluido el gobernador de Florida, Ron DeSantis, y el resto de las principales figuras del Partido Republicano han cerrado filas en defensa de Trump tras conocerse el nuevo caso judicial contra él.

Según el analista Aguilar, la base republicana se va a poner del lado de Trump y también muchos demócratas moderados e independientes, porque, a su juicio, es «obvio» que es «un caso político» contra el «principal oponente» del actual presidente y candidato a la reelección.

«La gente está muy molesta», subrayó el analista y vicepresidente senior y director político del grupo de medios en español Americano Media. EFE

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