Madrid. “Resultados importantes para las personas”, esa es la conclusión que el secretario general iberoamericano, el chileno Andrés Allamand, espera extraer de la Cumbre Iberoamericana que se celebrará el 24 y 25 de marzo en Santo Domingo, un encuentro que tiene su máximo foco puesto también en el relanzamiento de las relaciones entre la Unión Europea (UE) y América Latina.
“Yo espero que la cumbre logre a lo menos tres resultados importantes, el primero afianzar la comunidad iberoamericana como un espacio de diálogo político y de cooperación verdaderamente importante”, dijo Allamand en una entrevista con EFE.
Después – prosiguió- “tenemos un temario trabajado desde hace muchos meses que puede tener efectos para las personas: la aprobación de la Carta de Derechos Digitales, una Carta Ambiental, una estrategia de seguridad alimentaria, erradicar el hambre en Latinoamérica y una propuesta para una nueva arquitectura financiera”.
Mejores relaciones
Por último, Allamand explicó que su objetivo es que la cumbre ayude al “relanzamiento en las relaciones entre la Unión Europea y América Latina, que es un tema que está muy alto a partir de la presidencia de España de la UE en el segundo semestre del año. Si cumplimos con esas tres cosas va a ser un buen resultado”, indicó.
Relanzar esa relación es muy importante y, según el secretario general iberoamericano, “de alguna manera se han ido alineado los astros para ello. Desde hace tiempo el alto comisionado de la UE, el español Josep Borrell, viene insistiendo en que América Latina no ha estado en el último tiempo en el radar de la Unión Europea”.
Y, ahora el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, “también ha realzado la importancia de generar una mayor articulación entre las dos regiones. Y la verdad es que hay múltiples razones para ello”.
Entre ellas, Allamand sitúa “una objetiva convergencia de intereses”, ya que América Latina tiene muchas de las cosas que Europa necesita y viceversa.
“También las dos regiones, que son tan afines, pueden generar una agenda común, trabajar temas conjuntos que a ambas regiones les afecta, como el cambio climático, en materia de seguridad o migración”, señaló.
Según el político chileno, “estamos en un mundo en reconfiguración, y si uno quiere influir en ella no puede hacerlo solo, tiene que hacerlo en alianzas y la alianza natural es la que existe entre Europa y América Latina”.
Una alianza que estuvo durante años paralizada, “quizá influida por la crisis financiera de 2008”, aunque ese es solo alguno de los elementos, indicó.
A raíz de esa crisis, Europa, quizá, dijo Allamand, se centró en el tema del Este y los flujos migratorios que vienen del norte de África: “De alguna manera se ha perdido foco. Yo no creo que haya que poner las medias tintas en solo uno de los actores”.
Cumbre UE-Celac, un decaimiento a revertir
En el caso de la Cumbre entre la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) y la Unión Europea, “hace ocho años que está desactivada. Esos fenómenos de decaimiento son los que hay que revertir”. Y para ello, la Cumbre Iberoamericana será la antesala de ese cambio, según Allamand, para quien una comunidad que tiene países europeos y latinoamericanos “está en mejor posición para ser el puente entre ambas regiones”. Pero esto ha generado expectativas altas, que tienen que ser capaces de cumplirse o de lo contrario se produce frustración.