Washington, DC. Un niño inmigrante de ocho años, originario de Guatemala, murió ayer en un hospital del estado de Nuevo México (EE.UU.) por causas que aún se desconocen y después de haber sido detenido por cruzar ilegalmente la frontera con México, informó hoy la Policía Fronteriza estadounidense.

En un comunicado, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, en inglés) informó que el pequeño murió ayer, día de Navidad, pasada la medianoche en el hospital Gerald Champion Regional, en la ciudad de Alamogordo, que se encuentra en Nuevo México y en el desierto de Chihuahua.

El pequeño comenzó a mostrar signos de “una posible enfermedad” el lunes, día de Nochebuena, y fue trasladado junto a su padre al hospital Gerald Champion Regional.

Una vez allí, los doctores determinaron que el niño sufría un resfriado común; pero, cuando iban a darlo de alta, observaron que tenía fiebre y decidieron dejarlo otros 90 minutos en observación para, luego, darlo de alta con una receta médica para que tomara ibuprofeno y amoxicilina.

Sin embargo, la salud del menor empeoró: comenzó a sentir náuseas y vómitos, de forma que los agentes migratorios lo llevaron de vuelta al hospital Gerald Champion Regional, donde murió poco después de la medianoche, en el día de Navidad.

El Gobierno guatemalteco fue notificado de la muerte del menor y ayer mismo exigió a las autoridades de EE.UU. una investigación “clara” y en “resguardo” del debido proceso sobre las circunstancias que llevaron a la fallecimiento del pequeño, cuyo nombre aún se desconoce.

El Ejecutivo del país centroamericano reaccionó de una manera similar ante la muerte de la niña Jakelin Caal Maquín, de 7 años. La pequeña falleció el 8 de diciembre en un hospital infantil de El Paso (Texas) después de cruzar la frontera con México junto a su padre y dentro de un gran grupo de inmigrantes, que trató de ingresar a EE.UU. Fue sepultada ayer en Guatemala.

Posted in Destacado, InternacionalesEtiquetas

Más de destacado

Más leídas de destacado

Las Más leídas