Davos. Desarrollar inteligencias artificiales que tengan en cuenta a los países emergentes y reduzcan la injusticia global, es el objetivo de la Red Internacional de Computación e IA (ICAIN), una iniciativa presentada ayer en el Foro de Davos que ya tiene en marcha su primer proyecto piloto.
El Ministerio de Asuntos Exteriores suizo y las prestigiosas escuelas politécnicas de Lausana y Zúrich, en colaboración con varios socios, han puesto en marcha esta red, que pretende favorecer aquellos proyectos de investigación internacionales cuyos objetivos estén alineados con los de la ONU para el desarrollo sostenible.
Con este fin, los fundadores esperan ampliar a una mayor comunidad de usuarios el acceso a la supercomputación, las infraestructuras de datos y software, así como el conocimiento de la inteligencia artificial.
“Las capacidades para desarrollar modelos generativos de IA están actualmente en manos de empresas privadas”, destacó el secretario del Ministerio de Asuntos Exteriores suizo, Alexandre Fasel, quien recordó que muchas de estas empresas se concentran en unas pocas regiones del mundo e ignoran las características culturales o lingüísticas de los países menos favorecidos.
Ante esta situación, ICAIN adopta un enfoque ascendente, en el que los investigadores podrán presentar solicitudes de proyectos y acceder así a unos recursos a los que de otro modo no podrían acceder.
Los miembros fundadores ya han puesto en marcha el primer proyecto piloto, desarrollado junto con la ONG panafricana Data Science Africa, que busca aplicar la inteligencia artificial para crear una agricultura más resiliente al cambio climático.
Éste y otros proyectos pilotos se desarrollarán a lo largo de 2024, así como las reglas de gobernanza y los procesos de coordinación que aseguren el financiamiento de la iniciativa, por lo que se espera que todas las estructuras organizativas de ICAIN estén implementadas para 2024.
Máquinas “más inteligentes que los humanos”
El gigante tecnológico Meta (empresa matriz de Facebook, Instagram y WhatsApp) augura un futuro en el que los sistemas de inteligencia artificial (IA) serán “más inteligentes que los humanos en todos los ámbitos”, aunque descarta que lleguen a dominar a la humanidad, porque “serán muy inteligentes pero obedientes”.
En una charla en la que participó EFE en el marco del Foro Económico de Davos, el vicepresidente y responsable de IA de Meta, Yann LeCun, aseguró que “con el tiempo o en las próximas décadas” se verán modelos de IA más inteligentes que las personas.
“Los humanos tienen un tipo de inteligencia muy especializada, somos buenos en ciertas cosas y terribles en otras. No hay duda de que las máquinas serán más inteligentes que los humanos”, destacó en la charla.
En este sentido, explicó que en la actualidad los sistemas de inteligencia artificial se inician con la inteligencia del nivel “de un gato o un perro” para mejorar y tratar de alcanzar el nivel de los humanos, en un proceso que es “más difícil” de lo que se piensa y para el que será necesario trabajar en nuevas aplicaciones y modelos. No obstante, consideró que a pesar de que se está aún lejos de alcanzar la inteligencia humana, la idea es “construir sistemas de inteligencia artificial que ayuden a los humanos en sus tareas, no intentar que los reemplacen”.
Ciencia está en vísperas de un renacimiento
La ciencia está en vísperas de entrar en un periodo de “renacimiento” gracias a la inteligencia artificial, que acelera las investigaciones y permite llegar a resultados más rápidos, dijo ayer el consejero delegado de la farmacéutica Pfizer, Albert Bourla.
“Creo sinceramente que estamos a punto de entrar en un renacimiento científico en las ciencias de la vida debido a la coexistencia de avances en tecnología y biología”, sostuvo en un debate en el Foro Económico Mundial de Davos sobre el auge de la inteligencia artificial en un mundo que atraviesa múltiples turbulencias. “Ahora mismo, nuestro trabajo es hacer avances con la inteligencia artificial que cambien la vida de los pacientes, se puede hacer más rápido y mejor”, aseguró.