El Primer Tribunal Colegiado del Distrito Nacional declaró ayer culpable a Martín Batista Ogando por la muerte de la joven Geraldine Sánchez Baldera, en noviembre del 2017.
El tribunal, presidido por la jueza Gisselle Méndez, acogió la acusación del Ministerio Público y la parte querellante y actores civiles y halló culpable a Batista Ogando de asesinato.
La condena a imponérsele a Batista Ogando será conocida el próximo 28 de este mes, debido a que el juicio fue separado en dos fases en la audiencia pasada el 22 de febrero, a solicitud de la abogada del imputado.
El culpable podría ser condenado a 30 años de prisión, como lo solicita el Ministerio Público y los familiares de la joven.
Batista Ogando ha dicho que la muerte de la joven fue un accidente y que nunca tuvo intención de matarla.
“Fue producto de un accidente, jamás iba a querer hacerle daño a la madre de mi hijo, ya que la quería muchísimo al igual que a mi hijo”, expresó.
Sánchez Baldera, de 28 años, había procreado un hijo de 4 años con el imputado. Al momento de ser ultimada de un tiro, la víctima estaba separada de Batista Ogando, a quien se le había impuesto una orden de alejamiento.
El 24 de noviembre del 2017, Ogando Batista llamó a la hoy occisa a su trabajo, en la calle Primaveral, esquina Gardenia de la Urbanización Galá, de la capital, y quedaron de encontrarse frente al trabajo de ella, lo cual hicieron, según informaron compañeros de labores de la joven.
Tras tener varios minutos conversando, Ogando Batista le disparó a Sánchez Baldera desde el interior de su vehículo.
Su abogada, Sonia Marlene Guerrero había indicado que la muerte fue un homicidio involuntario.
Asimismo, Guerrero afirmó ante periodistas que el arma de fuego del imputado se disparó porque hubo una mala maniobra y que las mismas fueron sacadas del mercado porque se disparan con cilidad.
