La lluvia que cayó ayer sobre la capital no logró apagar la energía de la fiesta acuática del verano: el tradicional “manguerazo” organizado por el Cuerpo de Bomberos del Distrito Nacional.
El evento convirtió el Atrio Central de Acrópolis en un paraíso de risas, juegos y educación preventiva.
Desde la 1:45 hasta las 5:00 de la tarde, decenas de familias acudieron al evento con ropa cómoda, toallas al hombro y espíritu festivo. Niños y adultos disfrutaron de una doble dosis de agua: la del cielo y la que brotó a chorros de las potentes mangueras de los camiones de bomberos, en una jornada donde la alegría fue el principal combustible.
El jefe del Cuerpo de Bomberos del Distrito Nacional, general José Luis Frometa Herasme, informó que este año se duplicó la asistencia con respecto a la edición anterior, destacando que la actividad busca no solo entretener, sino también educar a la ciudadanía de manera masiva.
“Solamente no es apagar incendios; también es bueno llevar alegría a la familia, y qué mejor manera que sea educando”, expresó.
Durante el evento se exhibieron los distintos equipos utilizados por los bomberos en situaciones de emergencia, desde rescates de animales hasta salvamentos en el mar, mostrando así el amplio alcance de su labor.
La alcaldesa Carolina Mejía respaldó la iniciativa, subrayando la importancia de estos espacios que combinan educación, convivencia y esparcimiento.
Asistentes como Danya Alcántara, quien llevó a más de 15 niños con discapacidades múltiples, valoraron positivamente la actividad. “Fue una experiencia única y hermosa que muchas veces no se puede costear. Hoy mis niños vivieron un momento que no olvidarán”, expresó emocionada.
Por su parte, Cristina Félix, quien asistió por primera vez, aseguró que sus dos hijos y su sobrino disfrutaron intensamente el evento, destacando su carácter educativo y familiar.
La actividad fue gratuita y abierta a todo el público, consolidándose como una cita obligada del verano capitalino, donde el agua, la prevención y la diversión se dan la mano.