La fiscal del Distrito Nacional, Rosalba Ramos, reveló ayer que recibe presiones para que renuncie del cargo, dos años antes de cumplirse el período de su gestión.
Ramos no mencionó los nombres de las personas que la estarían visitando a su despacho a requerir informaciones sobre su desempeño, pero sí detalló que se trata de gente del Gobierno.
La funcionaria judicial dijo que, incluso, un equipo de personas se presentó a su oficina a preguntarle si el sueldo de la doméstica de su casa proviene de la Fiscalía.
Ramos manifestó que comunicó la situación a las procuradoras general y a adjunta, Miriam Germán y Yeni Berenice Reynoso, respectivamente, y que ambas reaccionaron indignadas y le mostraron solidaridad.
“Sí, hay presiones”, respondió al ser entrevista ayer miércoles en el programa Hoy Mismo.
Ramos dijo que las presiones a ella y a otros fiscales iniciaron desde que el Partido Revolucionario Moderno (PRM) ganó las elecciones.
“Cuando ha habido cambios de gobiernos siempre están los que tienen aspiraciones”, dijo.
