La asociación nació en el 2008 y funciona con un presupuesto anual de apenas 11 millones de pesos

Desde hace 10 años, en varias comunidades de Santo Domingo Oeste la Orden de La Merced y la comunidad Nuestra Señora de la Guadalupe impulsan un proyecto social con el propósito de brindar una vida más digna a niños, niñas y adolescentes, liberándoles del trabajo infantil y rehabilitándoles sus derechos.
Se trata de la Fundación La Merced, una asociación sin fines de lucro perteneciente a la Iglesia Católica Dominicana, que comenzó promoviendo la concientización de un grupo de personas de la comunidad, que se preocuparon por la situación de extrema carencia de niños limpiabotas de la zona.

Tras lo cual, un equipo de voluntarios se fue constituyendo y las actividades comenzaron a organizarse según las necesidades observadas en comunidades vulnerables como Las Caobas y Manoguayabo, donde encontraron casos de explotación infantil, doméstica y sexual comercial de niños.

De acuerdo con el vicepresidente ejecutivo de la Fundación, padre Tomás García, las actividades que llevan a cabo están basadas en un enfoque de derechos, articulado a un trabajo comunitario que permite identificar y fortalecer las capacidades de los niños y su entorno en áreas como educación, recreación, seguridad alimentaria, salud, y trabajo social.

“Las calles dominicanas, desde hace tiempo, se han visto recorridas por niños trabajadores: canillitas, maniceros, niños limpiabotas. Esto es una violación de derechos a la educación, además de la falta de protección ante el peligro de la calle. Es una causa que hemos asumido porque entendemos las consecuencias que tiene esto no solo para el niño, sino para la sociedad en general”, comentó García.

La Fundación La Merced, que recibe apoyo de entidades como el Banco Popular, el Instituto Nacional de Formación Técnico Profesional (Infotep), y la Vicepresidencia de la República, trabaja con 200 niños directamente -aunque impacta a cientos de comunitarios-, y se enfoca en brechas como el déficit en la educación formal; la falta de capacidades técnicas para la inserción de oportunidades entre mujeres y hombres; así como la inseguridad y falta de protección de infantes.

Asimismo, luchan por los servicios deficientes de salud y saneamiento en las comunidades; el déficit de nutrición en los niños; los altos índices de desempleo en las familias; la falta de consciencia de la comunidad sobre la situación; y falta de espacio y de oportunidades para el desarrollo integral de niños.

La Fundación desarrolla varios programas, con diferentes componentes. Una de esas iniciativas es el “Espacio para recrearse y aprender” (ERA) en la comunidad de Bienvenido, Manoguayabo, un entorno educativo para el desarrollo integral de 70 niños y niñas de 8 a 12 años que funciona de lunes a viernes en dos tandas.

Mientras que en Las Caobas se desarrolla el proyecto “Aulas de Esperanza”, una oferta de capacitación técnica vocacional para adolescentes y adultos de la comunidad, de 16 años en adelante, facilitados por Infotep, y que el año pasado contó con más de 500 alumnos en diferentes áreas. En ese espacio, también se realizan artesanías a base de higüeros, así como otros artículos decorativos.

En cuanto temas de salud, nutrición y protección medioambiental, se realizan operativos médicos periódicos, en los cuales reciben atención casi 400 personas. También se efectúan consultas médicas, suministro de alimentos, y campañas de saneamiento y respeto por el medioambiente.

En la comunidad de Las Caobas el dispensario Nuestra Señora de Guadalupe brinda atenciones médicas, de lunes a viernes, para los residentes de esta localidad y su entorno, con especialidades en oftalmología, medicina general, ginecología, pediatría, dermatología, odontología, endocrinología, sicología y servicios de laboratorio clínico, sonografía y rayos.

Asimismo, promueven un programa de acompañamiento familiar y comunitario para la garantía de derechos y el desarrollo socio-económico en ambas localidades.

Artículos que fabrica la fundación de la Iglesia Católica.

También impulsan proyectos de ahorro

En Bienvenido conjuntamente se desarrolla un proyecto de formación y acompañamiento de un Comité de Vela, para la movilización de la comunidad, en la veeduría de los derechos de la niñez, constituido por escuelas, Progresando con Solidaridad (PROSOLI), el Instituto Nacional de Atención Integral a la Primera Infancia (INAIPI), juntas de vecino, y otras asociaciones.

Otra de las iniciativas es el acompañamiento de lospadres, madres y tutores, donde se capacitan y sensibilizan sobre temática de derecho y crianza asertiva. Además está la Formación de Grupos de Autoahorro, orientados a la generación y apoyo de emprendimientos, individuales o en conjunto. Todos estos proyectos se desarrollan a partir de un presupuesto anual de unos 11 millones de pesos.

Impacto
“Hemos tenido una revolución de oportunidades con estos proyectos. Impulsamos esa fe que transforma. La educación es garantía de los derechos de los niños”, dijo García.

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