En las últimas elecciones que se han producido en países de América Latina, han ganado figuras con discurso que rechazan el sistema político y económico, incluso con formaciones políticas recientes.

Los últimos casos son el de Gabriel Boric, en Chile; Pedro Castillo en Perú y la mayor sorpresa, Rodrigo Chaves que acaba de ganar en Costa Rica, uno de los países con democracia más estables de la región en los últimos 50 años. Antes, figuras como Najib Bukele en El Salvador, alcanzaron la presidencia con nuevas formaciones y discurso contra el establishment.

En la República Dominicana este fenómeno parece lejos por las características del liderazgo político y la población. Sin embargo, factores como la fragilidad del sistema político luego de la división y descrédito del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), la prácticamente salida del escenario de partidos que hace 20 años eran dueños del electorado, como el Reformista Social Cristiano y el Revolucionario Dominicano, la creciente desafección de la ciudadanía hacia los partidos políticos y el impacto en la economía de la pandemia y la guerra en Ucrania por la invasión de Rusia, generan un escenario fértil para esa posibilidad aunque no sea en el corto plazo.

¿En República Dominicana podría calar en el electorado una figura política con un discurso antisistema?

Los politólogos Vladimir Rozón, coordinador de la Unidad de Partidos Políticos del Observatorio Político Dominicano; David La Hoz, catedrático de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) y Daniel Pou, catedrático y consultor, analizan el tema en el contexto dominicano.

Rozón no descarta la posibilidad pero a partir del 2028. “Hasta hace unos años era impensable que una figura con características antisistema pudiese ganar unas elecciones, sin embargo, los recientes hechos de la política tradicional ha generado un escenario en que un candidato con esas características podría ser viable y pudiese ganar unas elecciones si cuenta con determinados apoyos”, advirtió.

Dijo que los procesos electorales venideros serán decididos por las nuevas generaciones y asegura que no votarán por lo políticos tradicionales a menos que hagan una reingeniería de sus marcas.
Rozón afirmó que el momento no sería para el 2024. “No es posible que gane las elecciones del 2024 un candidato antisistema, pudiese adueñarse algunas figuras de la oposición de este discurso, pero les sería un poquito difícil porque ya han sido parte del Estado, por tanto, si empezaría acrecer a partir del 2028”, subrayó.

David La Hoz descarta esa posibilidad por el momento por las características conservadoras de la población dominicana. “Lo que está ocurriendo en América Latina que los gobiernos pierden elecciones es el efecto post-pandemia, eso no tiene que ver con el sistema”, aseguró. Dijo que es el caso de Costa Rica que tiene uno de los sistemas democráticos más estables de la región desde hace 50 años. Sostuvo que el país es conservador y que reacciona en función de cómo le va a la gente. “Eso no tiene espacio aquí (un antisistema) porque la gente si está bien y estable vota por seguir con el que está, si tiene problemas económicos entonces vota en contra de quien gobierna”, afirmó. Un factor que le parece relevante es la desafección a los partidos políticos y como sectores económicos y con otros intereses se agrupan para apoyar al Congreso figuras afines a sus intereses. En ese contexto, ve posible que una figura con discurso antisistema y con poder económico detrás puede conquistar al electorado.

No hay figura rebelde que cale tanto y pueda ganar

Daniel Pou sostuvo que lo que sucede en América Latina es un desgaste del sistema político por la manera en que se articulan los entramados de poder y que eso ha alejado de la política a la población. Agregó que es una tendencia innovadora pero que en cierta medida da oportunidad a sectores conservadores. “En eso pesa un factor fundamental, la cantidad de frustraciones que han ido acumulando los pueblos latinoamericanos, creo que siquiera los discursos políticos de los nuevos actores que aparecen en escena son evaluados a profundidad, sencillamente, es colocarse del lado de un desafío contra lo viejo’, afirmó. Dijo que no ve que en el país haya una figura que pueda calar con ese discurso. “En República Dominicana tenemos una situación un tanto diferente, y en eso incide el nivel educativo de la gente, en República Dominicana hay un conservadurismo muy arraigado que va a hacer que este proceso se tarde en aparecer”, dijo. Aseguró que en el país no se observa ninguna formación política ni ningún liderazgo que pueda encarnar esta tendencia. “Hoy en día no hay liderazgo con la rebeldía suficiente para asumir un discurso como el que asumió Boric en Chile”, advirtió el analista político.

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