Ya sea en la ciudad más próspera o en el pueblo más recóndito del país, la industria manufacturera es vista como un motor que mueve la economía y genera empleos, pero muchos de estos parques industriales o zonas francas con el tiempo perdieron esplendor, bajó su productividad y con ello la oportunidad de desarrollo.
En propiedad del Estado dominicano están veintitrés parques, de los cuales dieciocho corresponden a zonas francas y cinco a pequeñas y medianas industrias. Sobre Proindustria recae la responsabilidad de velar por el mantenimiento y operación de los mismos.

En conversación con elCaribe, el titular de la entidad, Ulises Rodríguez, habló de sus planes para “transformar” lo que él mismo llama “cementerios industriales” en modernos y funcionales parques y distritos industriales.

En plena exposición de su visión de trabajo, tuvo que despejar una inquietud que años atrás surgió, y salió a relucir allí: ¿Hay intención de privatizar los parques?, pregunta elCaribe, a lo que el funcionario respondió: “No es bueno. El Estado tiene que tenerlos para equilibrar, porque puede darles facilidad a las empresas que se quieran instalar, mientras que cuando lo privatizan es un negocio de renta y el Estado no tiene necesidad de cobrar rentas altas, sino rentas para que se mantenga la operación y permitir el objetivo del parque que es fomentar el empleo y con ello dinamizar la economía de los pueblos”, resalta.

Retoma el tema de las intervenciones realizadas en el Gobierno de Luis Abinader en parques emblemáticos como el de La Vega y el de Cotuí, este último tenía 16 años cerrado. “Eran ruinas, yo digo cementerios industriales, no parques industriales. Esto es parte de la visión nueva de Proindustria, mejorar los parques industriales, transformarlos y por otro lado, cumplir con el papel, que no lo estaba cumpliendo, de ser el Centro de Desarrollo y Competitividad Industrial”, expresa.

Parques convertidos en ruinas

Trae a la mesa los trabajos anunciados en favor del Parque Industrial Zona Franca La Vega. Dice que de las 49 naves que hay, solo 12 estaban operando y no a toda capacidad, las demás se encontraban deterioradas. “Estaban en ruinas. Reparamos las naves y toda el área administrativa”, agrega.

“Era un parque muy codiciado, tuvo muchas empresas trabajando y ocho mil empleos en un momento dado. Lo dejaron caer totalmente, así lo encontramos”, asegura el director de Proindustria al precisar que pese a no contar con un presupuesto para tales fines, las mejoras en dichas instalaciones se llevaron a cabo gracias a la labor de autogestión y el apoyo de los empresarios del parque.

Puntualiza que la proyección en el caso de La Vega es de superar los 5,500 empleos para febrero próximo. En la actualidad, hay 3,950 empleos y se espera que esta cantidad alcance los 4,000 al finalizar el año. “De un parque totalmente abandonado como lo encontramos, pasamos a convertirlo en un parque bonito, moderno. Esto es una transformación de los parques”, afirma. De igual manera, resalta el relanzamiento y reapertura del parque industrial y de Zona Franca Cotuí, inaugurado a mediados de este año, “Asimismo estaba también pasando con parques como el de Cotuí, que estaba cerrado por 16 años. Ya está abierto con dos empresas operando, reclutando personal y en la parte inicial llevan 178 personas operando, no estoy incluyendo los que se están contratando en este momento”, aclara. El ingeniero añade que según informes de empresas instaladas allí, los empleados contratados superarán los 500. Rodríguez no dejó de mencionar el Parque Industrial de Zona Franca San Pedro de Macorís, uno de los más importante del país, del cual dijo se encuentra lleno completamente, con 116 naves industriales y 8,900 empleados. “Recuperamos el 100 % de lo que había y aumentamos mil empleos y vamos a llegar a 10,000”, sostuvo.

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