PLD, sistema de partidos

Los partidos políticos constituyen, en esencia, instrumentos de intermediación entre la sociedad y el Estado y en este orden canalizan el interés público, generan aspiraciones colectivas, garantizan el pluralismo en la elección de cargos públicos&#8

Los partidos políticos constituyen, en esencia, instrumentos de intermediación entre la sociedad y el Estado y en este orden canalizan el interés público, generan aspiraciones colectivas, garantizan el pluralismo en la elección de cargos públicos y desempeñan funciones de suma relevancia para la construcción, funcionamiento y consolidación de la democracia.

En este sentido es pertinente señalar su rol de actor central en los procesos electorales y en la integración y funcionamiento de las instituciones de representación y de Gobierno.

Además de las funciones institucionales referidas, los partidos políticos desempeñan funciones sociales como la movilización de la opinión pública, por medio de la socialización política orientada a la creación de conciencia educando a los ciudadanos en la democracia; la representación de intereses sectoriales, locales y nacionales y la legitimación del sistema político.

Debido a la extraordinaria relevancia de las referidas funciones, los partidos políticos pueden ser considerados como los garantes fundamentales de la democracia y es por esto que cuando estos no cumplen con sus funciones ello pone en peligro la organización estatal, implicando un alto riesgo para la existencia misma de la democracia y del estado de derecho.

En todo sistema democrático, los partidos no actúan de manera aislada, más bien lo hacen como parte de un sistema de partidos.

Un sistema de partidos es el conjunto de dos o más partidos que operan en un estado-nación compitiendo por el poder en función de ciertas normas establecidas.

A partir de lo anterior, cuando se afirma que los partidos políticos son garantes de la democracia, más bien debemos considerar que este rol lo desempeñan los sistemas de partidos y no estos en tanto entidades individuales, por lo cual debemos concluir que la estabilidad de la democracia está estrechamente ligada a la consistencia y solidez del sistema de partidos.

Por décadas nuestro país contó con un sistema de partidos estable fundamentado en la competitividad de tres partidos tradicionales: El Partido de la Liberación Dominicana (PLD), el Partido Revolucionario Dominicano (PRD) y el Partido Reformista Social Cristiano (PRSC).

Es pertinente destacar que la izquierda ha quedado al margen del sistema de partidos, puesto que no ha sido capaz de alcanzar los niveles de competitividad requeridos en razón de su permanente fraccionamiento y su incapacidad para articular un proyecto político viable con propuestas atractivas que permitan conectar con la población.

El referido sistema de partidos ha experimentado en los últimos años algunos cambios significativos que apuntan a su debilitamiento con la progresiva pérdida de competitividad del PRSC y la más reciente división del PRD que provoca un colapso de la competitividad de esta agrupación y da origen al Partido Revolucionario Moderno (PRM).

Partiendo de lo anterior, se puede afirmar que el sustento fundamental del sistema de partidos lo constituye el PLD, el cual ha acrecentado su competitividad habiendo ganado, de manera amplia, las últimas cuatro elecciones, ejerciendo el poder por 13 años ininterrumpidos, implicando todo ello una gran responsabilidad histórica para el partido de Juan Bosch.

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