En los escenarios de tres proyectos que mantienen más de dos dígitos en votación, la segunda ronda es casi un hecho

Las elecciones presidenciales de 2024, dibujan un escenario para segunda vuelta como nunca antes desde que ocurrió por primera y única vez en 1996. En el actual contexto político, en el que existen tres organizaciones con posibilidades de alcanzar el poder y todas, hasta ahora, marcan por encima de dos dígitos y ninguna alcanza solo el 50% en intención de votos, es un boleto casi seguro a segunda vuelta.

No se sabe con certeza cuál es el posicionamiento electoral de cada proyecto político, ante la ausencia de publicación de encuestas acreditadas en el mercado electoral, lo que da espacio a que cada equipo ponga a correr estudios de opinión con números que les benefician.
Fuera de ahí, la realidad electoral al día de hoy es que tanto el gobernante Partido Revolucionario Moderno (PRM), Fuerza del Pueblo y el Partido de la Liberación Dominicana (PLD) pueden impulsar proyectos que les permitan ganar el Poder Ejecutivo en 2024.

Un escenario tripartito es propicio para que se produzca una segunda vuelta electoral, a pesar que va en contra del comportamiento del votante en las últimas seis elecciones.

La única experiencia de segunda vuelta ocurrió en 1996. Tres proyectos con posibilidades, el PLD, que logró 38% en la primera ronda de votaciones; el Partido Revolucionario Dominicano (PRD), que alcanzó 46% y el entonces gobernante Partido Reformista Social Cristiano (PRSC), que llegó al 15%. En la segunda vuelta ganó el PLD con 51% de los votos y el PRD subió a 48%.
En las elecciones de 2000, no hubo triunfo en primera vuelta, aunque por el mínimo que le faltó a Hipólito Mejía para llegar al 50+1 y lo lejano que quedaron el PLD y el PRSC, no se hizo la segunda ronda de votaciones.

En esa elección, PRD obtuvo 49.89%; PLD, 24.94%; PRSC, 24.60%. Como se puede observar, se hace difícil a un partido llegar al 50+1 cuando hay tres proyectos que alcanzan una votación de más de dos dígitos, como pasó en 1996 y 2000.

Como contraste a lo que ocurrió en esas dos elecciones, están los resultados en primera vuelta en los comicios de 2004. Leonel Fernández y el PLD ganaron con el 57.11%; el PRD alcanzó 33.65% y el PRSC, 8.65%. Se puede observar que el PRSC no alcanzó una votación de dos dígitos. Para el 2008, se repite lo que se ha convertido en una constante.

En esas elecciones, el PLD y Fernández alcanzaron 53.83%; el PRD y Miguel Vargas, 40.48% y el PRSC, con Amable Aristy Castro, 4.59%.

En las comicios presidenciales de 2012, el escenario de tres fuerzas políticas desaparece y el PRSC apoyó al PLD.

En esas votaciones, el PLD retuvo el poder al ganar las elecciones con el 51.21% de los votos con Danilo Medina como candidato. El PRD con Hipólito llegó a 46.95%. Eduardo Estrella compitió en esos comicios con su nuevo partido y el apoyo de otros minoritarios.

Para la contienda de 2016, se repitió el bipartidismo. La competencia fue entre el gobernante PLD y el naciente PRM. La elección la ganaron Medina y el PLD con una votación histórica de 61.76% mientras que el PRM con Luis Abinader de candidato logró 34.98%.

En los comicios de 2020, empezó a gestarse de nuevo el tripartidismo con el nacimiento para esa competencia de la Fuerza del Pueblo (FP), bajo el liderazgo de Leonel Fernández. En la contienda ganaron en primera vuelta Abinader y el PRM con 52%; el PLD y Gonzalo Castillo, alcanzaron 37% y Leonel y la FP, 8.9%.

Como se observa, en 2020, se repite la constante que en un escenario de tres, las fuerzas que compiten necesariamente tienen que obtener resultados por encima de dos dígitos para forzar la segunda vuelta, lo que no ocurrió en los últimos comicios.

Contexto político

El PRM logró ganar en primera vuelta, además del apoyo de los aliados, en un contexto en que hubo una abstención superior a un millón de votos. Es decir, históricamente la inasistencia de votantes a las urnas ronda el 30% y en 2020, fue de 45%, un 15% más, lo que representa más de un millón de votantes que podrían movilizarse en 2024.

Conquistar esos votantes es un reto para Abinader y el PRM. Desde la oposición, el mayor desafío está en que ninguno de los proyectos de la FP con Fernández como candidato presidencial, ni el PLD, con Abel Martínez, se depriman tanto ante el electorado que no alcancen los dos dígitos en las votaciones del 19 de mayo de 2024.

Hasta ahora, el proyecto presidencial de la FP luce más organizado y en mayor crecimiento que el PLD. Sin embargo, el partido morado se mantiene con fortaleza a pesar de la fuga de dirigentes que ha afectado la organización desde que salió del poder. Luego de la elección de la candidatura presidencial, el malestar interno se ha mantenido y no se observa un arranque en la medida de lo esperado.

El PRM no es el PRD, es más débil en estructura

El PRM, aunque se mantiene unificado y está en el poder, no debe perder de vista que no es el partido fuerte que fue el PRD. La mayor prueba es que el PRD se mantiene como el tercer partido más fuerte del sistema electoral luego de la división, que lo sacó de la competencia electoral. Otro factor que el partido de gobierno debe tomar en cuenta es que ganó la elección en un contexto de crisis de confianza institucional, una crisis sanitaria y alta abstención, un escenario que pinta muy distinto para el 2024. Además, el PRM ha tenido que gobernar en medio de una crisis económica y ese factor, si bien no evidencia una caída en la popularidad del gobierno, afecta el crecimiento electoral.

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