Santiago.-La jueza Kimberly Tatis dispuso seis meses de prisión preventiva al cabo de la Policía Nacional, Alejandro Castro Cruz, imputado en la muerte del niño Donelly Joel Martínez, muerto el pasado 12 de febrero durante la celebración del carnaval.
El agente deberá de cumplir la coerción en el Centro de Operaciones Especiales de Manoguayabo y el caso fue tipificado de homicidio voluntario.
La decisión de la jueza de enviar al imputado al centro especial de Manoguayabo fue rechazada por los abogados de la familia de la víctima y anunciaron que en 10 días solicitarán la corrección de la misma para que el cabo sea enviado a una cárcel común.
En tanto el fiscal titular, magistrado Osvaldo Bonilla, se mostró de acuerdo con la decisión del tribunal y explicó que el Ministerio Público sigue recabando informaciones a fin de sustentar el expediente para sentencia definitiva.
«Pese a que solicitamos un año de prisión preventiva, estamos conforme, porque la jueza reconoció la gravedad del caso, de que el imputado accionó su arma para producir el hecho, de que se trata de un homicidio voluntario, tenemos las pruebas necesarias, pero vamos a seguir trabajando para presentar la acusación en su momento», argumentó el magistrado.
Decenas de personas apostados en las afueras del Palacio de Justicia de Santiago donde se realizó la audiencia, al escuchar la decisión del juez vociferaban consignas en contra del agente y la institución del orden, mientras decenas de policías reforzarán la seguridad para evitar disturbios.
Los abogados Ramón Estrella y Nelson Abreu, coincidieron en que enviar al cabo al centro de Manoguayabo, donde será cuidado por miembros de la Policía Nacional, ha sido un premio para el imputa que segó la vida de un niño ejemplar y que ha sido un hecho estremecedor para los dominicanos que repudian el maltrato policial hacia la ciudadanía.
El hecho en el que murió el niño Donelly Joel Martínez, ocurrió el domingo 12 del presente mes en la calle Mella, esquina avenida Las Carreras, en medio de la celebración del carnaval en Santiago, cuando una patrulla policial intentaba incautar una bocina.
