Santiago. Las precarias condiciones en que se encuentran los hospitales de Santiago, algunos intervenidos desde hace cinco años, otros con estructuras deterioradas, son el principal reto que deberán enfrentar las nuevas autoridades sanitarias.
Para los gremios del sector enfermería y médicos consultados por elCaribe, el nuevo ministro de Salud Pública, Rafael Sánchez Cárdenas, deberá iniciar un proceso de cambio de funcionarios regionales, debido a que resultan incompetentes.
En el caso del hospital regional José María Cabral y Báez, sometido a un proceso de reconstrucción desde el año 2013, según Ramón Rodríguez, vocero del Sindicato Nacional de Trabajadores de Enfermería (Sinatrae), no cuenta siquiera con un tomógrafo para hacer estudios. La Oficina de Ingenieros Supervisores de Obras del Estado ha anunciado por décima ocasión que la obra estará lista para mediado de este año. No obstante, faltan por concluir varias áreas y las mismas autoridades del centro hospitalario temen pueda extenderse hasta el 2019.
De 400 enfermeras con que contaban apenas quedan 243 y entiende que para mejorar el servicio se requiere de al menos otras 100. “En el hospital infantil Arturo Grullón hace dos meses que ya tiene tomógrafo, pero no lo terminan de instalar y en el viejo hospital del Seguro Social, el Presidente Estrella Ureña, cada día mueren niños en la maternidad por falta de personal y de equipos”, dijo.
Sostuvo que en igual situación se encuentran los centros de salud de los municipios de Baitoa, Tamboril, Licey al Medio, Jánico, San José de las Matas y Villa González. Belkis Toribio, dirigente de Sinatrae y quien hasta hace poco laboró para el hospital Juan XXIII, denunció la situación de precariedad.
En varias ocasiones el Colegio Médico Dominicano ha mostrado su indignación por las condiciones en que se encuentran los centros hospitalarios de la provincia de Santiago. Consideran que deben ser una prioridad de parte de los nuevos funcionarios designados por el Poder Ejecutivo.