El banco de sangre más grande del país espera conjurar el déficit de hemoderivados que afecta a la población

El viacrucis que durante décadas ha recorrido la mayoría de la población para obtener sangre y sus hemoderivados llegará a su fin, y en lo adelante será garantizada como un bien público, accesible, oportuno y seguro que contribuirá a salvar miles de vidas sin que medie el factor económico, como hasta ahora.

Se espera que este jueves la Vicepresidenta de la República, Margarita Cedeño, traspase al Ministerio de Salud Pública el nuevo Hemocentro Nacional, construido en la Ciudad Sanitaria de la avenida Charles de Gaulle, con la aspiración de terminar con el drama en el que día a día se ven envueltos miles de dominicanos ante la búsqueda desesperada de donantes y recursos para el procesamiento de la sangre con qué transfundir a sus familiares que se debaten entre la vida y la muerte en hospitales y clínicas.

La directora técnica del Gabinete de Coordinación de Política Sociales de la Vicepresidencia, Rosa María Suárez y el doctor Héctor Urraca, coordinador del componente de Cierre de Brechas en Salud, coinciden en que el Hemocentro y su red de dieciséis puntos que operarán en hospitales de las diferentes regiones del país aportarán 110 mil unidades de sangre al sistema sanitario que actualmente tiene un déficit de 188 mil pintas.

Al hablar en exclusiva con elCaribe, Suárez explicó que el funcionamiento del centro, construido y equipado con una inversión de RD$268.8 millones, provenientes de un préstamo con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), va unido a una campaña masiva y permanente de sensibilización de la población en torno a la importancia de la donación altruista y voluntaria de sangre, que tendrá su cara visible en decenas de promotores que se trasladarán por distintos puntos del país, así como en las seis unidades móviles que facilitarán su recolección en universidades, plazas comerciales y centros de trabajo.

Para lograr elevar de 20 a 100% la donación voluntaria, Suárez considera que es necesario que la población sienta plena confianza de que su sangre no será comercializada y que con su acción voluntaria y solidaria salvará vidas.

Explicó que el Hemocentro impactará significativamente en todo el sistema sanitario, especialmente en la reducción de las muertes por accidentes de tránsito y en la mortalidad materno- infantil.

Aunque la moderna infraestructura equipada con tecnología de punta cuenta con diez sillones de extracción de sangre, su vocación primaria es el tamizaje, procesamiento, separación de componentes y distribución a gran escala de productos sanguíneos a la red de establecimientos que, en el caso del Gran Santo Domingo, operará en los hospitales Robert Reid Cabral, Moscoso Puello y Luis Eduardo Aybar, así como en la Maternidad La Altagracia. En la región Sur, será reequipado el banco de sangre del hospital Taiwán y el Norte en el hospital José María Cabral y Báez para estos fines.

Se encargará de distribuir la sangre

“La esencia es que sea la sangre la que espere a los pacientes y no los pacientes que estén en la desesperación de buscar la sangre”, dice Suárez.

En ese sentido, reiteró que el Estado ha calificado la sangre como un bien público que debe ser garantizado y gestionado de forma gratuita a la población a través del Ministerio de Salud Pública y, bajo esa concepción, los bancos privados como el de la Cruz Roja Dominicana, que en la actualidad suple más del 50% de la demanda, tendrán que entrar a la red nacional y ajustarse a la nueva normativa.

“Tú vas a cualquiera de los bancos de sangre existentes y aunque lleves los donantes tienes que pagar de RD$ 3 a 6 mil, entonces te dicen, bueno eso es para el tamizaje, pero los reactivos que se utilizan no pasan de RD$800. Entonces, ese es un elemento fundamental, el hemocentro impactará en el gasto de bolsillo de las familias, sobre todo, de aquellas más pobres y vulnerables”.

Explicó que en lo adelante los centros de salud públicos y privados deberán gestionar la sangre de manera directa con el hemocentro, que la transportará a donde se requiera. “Con eso, le estamos quitando a la familia la responsabilidad de ser ella la que tenga que gestionar los donantes, y además pagar”. Urraca afirma que con esta acción se dejará de ver a personas transportar las bolsas de sangre a bordo de motocicletas y expuestas a contaminación por manipulación y calor.

El centro que ha contado con el asesoramiento técnico de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), el BID y la Agencia de Cooperación Catalana, será dirigido por el doctor Sócrates Sosa, ideólogo del proyecto, quien, según Suárez, tocó el corazón sensible de la Vicepresidenta para impulsar la importante obra.
El galeno estará acompañado por nueve gerentes de áreas que están siendo capacitados por el Banco de Sangre y Tejidos de Cataluña, a los que se sumarán otros 62 empleados que están en proceso de selección.

Durante un recorrido por las instalaciones el doctor Urraca mostró las máquinas de aféresis para separar los componentes de la sangre, el sistema de tamizaje en serie con capacidad para procesar 400 muestras por minuto, cuatro cuartos fríos para conservar sangre, plaquetas y glóbulos rojos, dos plantas eléctricas que garantizarán la preservación de la cadena de frio, así como un autoclave para evitar que los desechos peligrosos no se conviertan en una amenaza para el medio ambiente y un sistema de purificación de agua por ósmosis.

Los funcionarios estiman que el Ministerio de Salud completará todas las fases de preparación en dos o tres meses y el centro comenzará a trabajar a plena capacidad el próximo año.

“La perspectiva es que el año que viene esté a plena capacidad, que esa cultura ciudadana se vaya estableciendo para que la gente no tenga que salir en motorizados con la sangre en envases termopac”.

Sin embargo, los funcionarios creen que saldar el déficit actual tomará alrededor de tres años, ya que se debe trabajar para desterrar los mitos que envuelven la donación de sangre.

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