¿Por qué el Pabellón del Deporte Dominicano se ensaña contra el boxeo?
Tengo en mis manos las listas de los atletas (y precursores) que han sido inmortalizados. Hace siete años que no se exalta a un boxeador…o a un precursor del boxeo.
Por ejemplo, -como lo escribí recientemente- Julio César Green, ganador dos veces del campeonato mundial mediano, no figura entre nuestros atletas inmortales. Tampoco Luis “Cucuso” Santana, conquistador también dos veces del título mediano junior. Podría citar a otros pugilistas, pero ya lo hice en la columna anterior.
Quienes eligen a los que deben ser exaltados al Pabellón de la Fama tienen que ser más cautos, actuar con justicia.
En la lista de exaltados encontré que el béisbol tiene 104 inmortales y el boxeo apenas 18. ¡Injusto!
Como dice el título de esta columna, y para que la injusticia del Pabellón no siga por su fuero, el veterano abogado Ramón Pina Acevedo debe ser llevado, ya, a la inmortalidad.
Altos méritos
Pina Acevedo ha sido un romántico para el boxeo. Durante más de 25 años dirigió la Comisión Nacional de Boxeo. Es un prestigioso abogado, pero el boxeo es su pasión. Al boxeo se lo ha dado todo.
Pero el boxeo, ni la sociedad deportista, a él nunca le han dado nada. Pina Acevedo, para gloria del deporte nacional, fue el primer presidente de la Organización Mundial de Boxeo (OMB).
Durante dos períodos seguidos (1987-1989-1989-1991) fue presidente de ese organismo. Asimismo, por varios años ocupó importantes cargos en el CMB y la AMB.
Actualmente es miembro del comité ejecutivo de la OMB y sirve de consejero de su presidente, Francisco “Paquito” Valcácer.
En una de las peleas más grandes de la historia (30 de octubre de 1974, (Alí-Foreman) estuvo presente como directivo de la AMB.
Que no cobre vigencia la frase de Federico Henríquez y Carvajal: ¡Oh América infeliz que sólo recuerda tus grandes hombres cuando son tus grandes muertos!
