Su agitado curso

Su agitado cursoComo vengo sosteniendo desde hace mucho tiempo, la situación de los conflictos internos del PRD es lo que más se…

Su agitado curso
Como vengo sosteniendo desde hace mucho tiempo, la situación de los conflictos internos del PRD es lo que más se parece al cuento de nunca acabar. Y, como solía expresar con su característico estilo el fenecido Rodriguito: “…prooosigue su aaagitado curso”. A la decisión del Tribunal Superior Electoral que dio luz verde al juicio disciplinario, que se inicia hoy, contra el presidente Hipólito Mejía y compartes (Andrés Bautista, Orlando Jorge Mera y Geanilda Vázquez), por insubordinarse frente a la autoridad institucional del partido, el grupo del ex mandatario ha respondido con varias de sus cartas viejas: Anunciar que convocará en los próximos días a la Comisión Política para fijar la fecha de la próxima convención, y que Hipólito iniciará un recorrido por todo el país “por la unidad del perredeísmo”. Paralelamente, Jorge Mera y Geanilda informan que acudirán hoy a defenderse en el juicio partidario mientras “se filtra” que el presidente Mejía y Bautista no acudirían aunque se harían representar por sus abogados. Amén…
¿Genao fuera?
Desde antes que el presidente Joaquín Balaguer dejara este mundo, no recuerdo una actividad importante del PRSC en la que Ramón Rogelio Genao no esté presente, como parte del staff organizador. Talvez por esa, entre otras razones, y conociendo cómo se manejan las contradicciones a lo interno del reformismo, siempre con zancadillas, poniendo cascaritas en el camino y haciendo llegar metamensajes, me ha intrigado el anuncio sobre “el avance” de los trabajos preparatorios del IV Congreso Joaquín Balaguer, en el que se deja caer, como quien no quiere, la relación de los que integran la Comisión Organizadora del evento, y observo que está fuera El Gordito de Jarabacoa, aún con su jerarquía de secretario general del partido colorao. Lo contacté –vía bbpin- y su escueta respuesta fue: “¡Je, je, je!. Eso es viejo”, lo que él y yo sabemos que no es cierto. Pero, si él se siente bien creyendo que le creí. ¡Allá mi gran amigo…!

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