Fue la que disfrutó Geanilda Vásquez con su sentencia que la devolvía a la secretaría de Organización del PRD. Ella, que con entusiasmo esperaba que la Fiscalía le concediera la fuerza pública para hacer cumplir la sentencia de la Novena Sala de la Cámara Penal del Juzgado de Primera Instancia del Distrito, ahora ve frustrar su aspiración con la sentencia del Tribunal Constitucional que suspendió el acto a su favor. Y le entró al Constitucional. Lo ve un atentado a la institucionalidad. Para el Constitucional, la jurisdicción correspondiente es el Tribunal Superior Electoral, que había decidido esa materia. Alegría efímera, la de Geanilda.
Alegría efímera
Fue la que disfrutó Geanilda Vásquez con su sentencia que la devolvía a la secretaría de Organización del PRD. Ella, que con entusiasmo esperaba que la Fiscalía le concediera la fuerza pública para hacer cumplir la sentencia de la Novena Sala…