El caso de Álex Rodríguez está de nuevo en el tapete. Las acciones legales de los abogados del pelotero tras el fallo en contra del árbitro Horowitz han revoloteado el avispero nuevamente.
Hay quienes piensan que Álex luce desesperado y vencido. Hay otros que sostienen que ya está dando tumbos a lo loco.
Pues pienso que no. Diría que Rodríguez está en una situación de “casi todo” o “nada”. “Casi todo”, porque aún ganando su apelación y todas sus demandas no saldrá ganador de todo este proceso. “Nada”, porque si pierde sencillamente todo habrá sido en vano y quedará solo en su burbuja de lo que pudo haber sido y no fue.
Rodríguez no tiene más opción que seguir y seguir hasta donde las leyes se lo permitan. Si es inocente o no es otra cosa.
Este es el verdadero caso de los esteroides en las Grandes Ligas. Es la bandera con la que las Grandes Ligas se jacta de confirmar que pueden caer también los peces gordos, contrario a lo que más de uno llegó a pensar en algún momento. Quieren dar un ejemplo, y, obvio, no va a perder.
A Rodríguez le queda agotar su arsenal en una corte federal, donde existen muchas posibilidades de que también pierda.
Al aparecer donde si puede “ganar” es en el tema salarial. Es que de los 25 millones de dólares que él iba a ganar esta temporada, apenas le tocan 2.8, pero además, con 40 años en julio próximo, tendrá en 2015 y 2016 y 2017 la oportunidad de ganarse los restantes 61 millones de dólares de su histórico contrato de 275 millones.
Todos sabemos que después de todo esto el retiro no es una opción, aún cuando se trata de un tipo que no agota una temporada sin lesión desde 2007.
Conociendo el negocio, en el que he visto a peloteros suspendidos por dopaje ser tratados como héroes y ser remunerados como estrellas de Hollywood, regresar “campante y sonante” en 2015 es la opción más saludable para Rodríguez. Puede sonar raro o imposible, pero son las Grandes Ligas, donde, definitivamente, todo puede suceder.
Su dinero es lo único que puede salvar, pues su moral, su reputación, sus números y su imagen están acribilladas.
