Ya sea como virtud o como desgracia, los atributos físicos agradables a la vista del hombre siempre logran cierta persuasión a favor de las féminas. La lucha por los derechos de la mujer -bastante justa- en la que se pide respeto para dejar de ser vistas como un objeto, no puede negar que esta arma existe.
Desde mujeres que consiguen mejores posiciones de trabajo por ser bellas, hasta las que hacen de la belleza su materia prima… la realidad va más allá de la simple hermosura. La astucia vestida con cara de mujer puede ser letal, o por lo menos eso es lo que se nos ha inculcado.
El sociólogo Jesús Tellerías entiende que la concepción de la sociedad sobre las mujeres muy sensuales y atrevidas ha sido esteriotipada.
«Desde Adán y Eva, la mujer ha sido condicionada a un rol negativo, en el sentido de que ella encarna hasta cierto punto la malicia que utiliza todo los recursos habidos y por haber para salirse con la suya. Todos estos mitos, incluyendo historias reales, que se dan en el marco de una cultura machista en la cual atributos que son realmente propios de la mujer, que no son más que mecanismos de compensación que utiliza con la finalidad de poder competir exitosamente en una comunidad fuertemente marcada por el machismo, son calificados como desagradables y pocos ortodoxos».
Dalila sedujo a Sansón hasta despojarlo de su secreto y cortarle su melena, y así hacerlo perder su fuerza, comportándose como toda una espía. Y como ésta, existen muchas historias que presentan al hombre como un cordero en las manos de una mujer. La naturaleza ha dotado de características agradables a muchas damas, algunas le han sacado partida para su beneficio y el de los suyos, otras han sido víctimas de su propia belleza.
El monstruo en el celuloide
La mujer fatal y arrebatadora es uno de los roles más comunes de Hollywood. «La mujer hace uso de todo estos recursos, los cuales han sido resaltados en la literatura histórica y artística, la cinematografía; en las telenovelas hay una explotación total de estos recursos en donde aparecen siempre estas mujeres fatales, terribles y maliciosas con lo que se va educando a la población de que se cuide de estas mujeres. Incluso hay madres que educan a sus hijos para que se alejen de estas mujeres. El peor enemigo de una mujer es otra mujer. Siendo el juez más severo», resalta Tellerías.
Para muestra un botón. Marilyn Monroe con su imagen de rubia despampanante y tonta es todo un mito. Las circunstancias turbias de su vida y su temprana muerte, la convirtieron en un mito, lo que llevó a muchos a cuestionar su calidad como actriz. Etiquetada en vida como ingenua o simple, y conocida por algunos rodajes conflictivos, Marilyn no fue agraciada con los premios Óscar y fue tras su muerte cuando su valía artística empezó a reivindicarse. Por otro lado, sus supuestas relaciones con los hermanos Kennedy, han proyectado todo tipo de sospechas y leyendas sobre su muerte.
En el cine francés, la sofisticación extrema la aportó Catherine Deneuve, quien es quizás una de las actrices más glamorosas del cine de oro. Ella llevó su nariz respingada y su belleza frágil a todo el mundo. Y es que Europa desde siempre ha sido proveedora de atractivos incomparables. Sofía Loren marcó con fuego a muchas generaciones, y todavía hoy se la ve con sus escotes inconmensurables. Otros recordarán a Marlene Dietrich. La alemana saltó del cine mudo al cine sonoro sin problemas, y encantó a fetichistas del glamour sofisticado con su fineza fatal.
De la actriz italiana Gina Lollobrigida, se rumoreó que tras verla en un filme, el excéntrico millonario Howard Hughes voló desde Hollywood en 1947 para verla, pero esta visita no vasto para que se fuera con él.
En los años 60 y 70 encarnó la esencia de la belleza mediterránea: Claudia Cardinale, una diva única y durante décadas una de las mujeres más deseadas del mundo, pese a que nunca se desnudó frente a una cámara. «Una mujer es mucho más erótica cuando no muestra todo», dijo Cardinale cierta vez en una entrevista.
Emblemáticas
Lady Godiva. Dama sajona del siglo XI, que se paseó desnuda por las calles de Coventry para lograr que su marido, conde de Chester y Mercia y señor de Coventry, bajara los impuestos del pueblo. Su marido le retó a que se paseara desnuda sobre un caballo cubierta sólo por sus largos cabellos. La señora aceptó el reto, pero antes se confabuló con sus vasallos, quienes se encerraron en sus casas para respetar la desnudez de su noble y valiente señora.
Martha Graham. La coreógrafa y bailarina impresionó a su público con gestos sensuales que transforman la danza contemporánea.
Ana Bolena, reina consorte. La segunda esposa del monarca inglés Enrique VIII murió decapitada en la Torre de Londres después de que su marido la acusara de adulterio. Su propio padre la condenó.
Mata Hari. Margaretha Geertruida Zelle (1876-1917) se sirvió de su capacidad de seducción para trabajar como espía de los franceses para el Gobierno alemán. Un tribunal francés ordenó que muriera fusilada por alta traición.
De hoy
Madonna, Britney Spears, Monica Bellucci y Angelina Jolie han encajado en el prototipo de mujer matadora. Otras como Diana De Gales y Eva Perón usaron sus bellas facciones para la diplomacia y la política. En la actualidad el esteriotipo se ha ampliado al punto de que las mujeres deben ser sensuales, anatómicamente perfectas y muy lanzadas.
Lo que puede ser visto como un pecado, hoy es un requisito en una sociedad que le exige ser perfecta en todos los roles, principalmente el de amante. Las chicas Bond, las protagonistas de thrillers de acción y hasta las «Amas de casa desesperadas» deben destilar sensualidad por cada poro de su piel y así poder seguirle el ritmo a la competencia.
