El Gobierno dominicano asistirá a los extranjeros que se encuentran con un estatus migratorio ilegal y que, al no haber aplicado al Plan Nacional de Regularización, quieran regresar a su país de origen de forma voluntaria.
Esa asistencia gratuita dilata las repatriaciones que tiene planteado realizar el Gobierno y que para ello se encuentra preparando en lo inmediato cuatro centros de acogida ubicados en Pedernales, Jimaní, Elías Piña y Dajabón.
En una visita de cortesía que hizo ayer el director general de Migración, Rubén Darío Paulino Sem, el mayor general confirmó que esta medida atrasará las salidas involuntarias de indocumentados.
“Estamos en un proceso de retorno voluntario. Cuanto determine ese proceso ya iniciamos (con las deportaciones)”, manifestó Paulino Sem.
En qué consiste la medida
Esta medida implica, básicamente, el transporte terrestre para trasladar a las personas hasta los puertos, aeropuertos o punto fronterizo de salida de conveniencia de los extranjeros. Quienes no son haitianos pueden comunicarse con la embajada de su país para canalizar esta ayuda.
Mientras que los haitianos serán trasladados al paso fronterizo que decidan ir. Todos podrán cargar con dos maletas en su viaje. “Para los haitianos la asistencia consiste en el traslado hacia el punto fronterizo. Ya de ahí hacia su lugar en Haití debe comunicarse con sus familiares para que pasen a recogerlo”, explicaba ayer la Dirección Nacional de Migración a través del servicio de asistencia telefónica que ha dispuesto para estos fines. El teléfono es el 809 508 2555, extensión 0.
Esta medida que estará en vigencia hasta el lunes 6 de julio responde al cumplimiento del artículo 36 del decreto 327-13 del Plan Nacional de Regularización de Extranjeros, el cual establece que “todo extranjero tendrá la opción de solicitar al Ministerio de Interior y Policía la asistencia para repatriación voluntaria a su nación de origen”.
El Plan de Regularización terminó el miércoles pasado. Desde esa fecha para acá muchos haitianos han decidido marcharse por voluntad propia ¿La razón?, evitar vivir una repatriación y, de paso, perder sus pertenencias. Por eso, desde los puntos como Dajabón y Elías Piña es común ver en estos días camiones cruzar hacia Haití cargando toda una vida de sacrificios propios de un migrante que con tantos años de haber dejado su tierra, tampoco se siente tan bienvenido.
Pero regresar por voluntad propia también tiene otro beneficio. Y es que el extranjero que quiera volver a República Dominicana agotará un procedimiento tradicional, mientras que las personas que resulten deportadas o expulsadas no serán admitidas en el territorio nacional –así lo establece la Ley General de Migración 285-04- a menos que el Estado le otorgue una autorización de reingreso (un procedimiento mucho más tedioso) al país.
El Gobierno ha informado que los extranjeros que se acojan a este plan de retorno voluntario que se ejecutará de lunes a sábado hasta el 6 de julio no se les aplicarán las sanciones administrativas establecidas en la Ley. En otras palabras, la persona podrá volver a reingresar al país, siempre que agote los procedimientos establecidos.
¿Cómo se ejecutará?
El director de Migración, mayor general Rubén Darío Paulino Sem, explicó que 15 autobuses estarán destinados a ofrecer este servicio de transporte gratuito y que esta cantidad puede ir aumentando, conforme a la demanda. Los extranjeros que decidan partir desde la capital tendrán a su disposición dos autobuses que saldrán a las 7:00 de la mañana desde el estadio Félix Sánchez del Centro Olímpico Juan Pablo Duarte. Un representante de Migración agotará el proceso de registro de datos de los indocumentados antes de abordar el autobús.
Desde el interior del país, los viajes partirán desde las gobernaciones de las provincias La Altagracia, San Pedro de Macorís, Santiago, Valverde, San Juan y Barahona.
“Si un cubano dice que va para Cuba y pide que lo llevemos al aeropuerto lo llevamos al aeropuerto. Si se quiere ir en el ferry para Puerto Rico, lo llevamos al puerto”, explicó Paulino Sem para ejemplificar el tipo de asistencia que tendrá Migración con los demás extranjeros indocumentados que no son haitianos.
Ya muchos se han ido
Desde la semana pasada, la prensa nacional ha sido testigo en la frontera de cómo se ha activado la salida voluntaria de los haitianos. Y es tanto así que los nacionales del vecino país ya no se observan en las calles de la capital con la regularidad con que antes lo hacían.
En puntos como la parada del metro Mamá Tingó, el Mercado Nuevo, el “Pequeño Haití”, el kilómetro 9 de la autopista Duarte y la intersección de las avenidas Máximo Gómez con Nicolás de Ovando, lugares conocidos por la venta informal protagonizada por los haitianos, se repite desde hace días un mismo discurso: “ya se han ido”.
Por un asunto de ahorro, esos haitianos indocumentados que han decidido voluntariamente dejar el país, prefieren llegar a Dajabón para cruzar la frontera, en lugar de elegir una ruta directa que los lleve a Puerto Príncipe o Cabo Haitiano.
Desde el pasado lunes 15, la empresa de autobuses Caribe Tours decidió colocar en la ruta Santo Domingo-Dajabón dos unidades de 50 pasajeros, más las tres que diariamente viajan hacia esa localidad fronteriza. Esto implica que cuando antes se transportaban 150 personas en cada viaje, ahora están saliendo 250.
El motivo es evidente: mientras cruzar a Cabo Haitiano cuesta 35 dólares (unos RD$1,540), llegar a Dajabón vale RD$340 y si a eso le suma que el transporte a Cabo Haitiano son RD$250 más. En conclusión, una persona gasta RD$1,540 para llegar desde la capital a Cabo Haitiano con Caribe Tours. Pero si decide hacer “escala” en Dajabón, pagará RD$590. “En las últimas semanas han venido (haitianos) con bultos bastantes grandes, con colchones, con sillas… Una persona que va (a Dajabón) con este tipo de enseres se sobreentiende que es para no regresar”, opinó el encargado de despacho de autobuses, Frank Víctor.
Las filas ahora son para completar el expediente
Seis días han pasado desde que el Plan de Regularización de Extranjeros acabó y consigo, la calma momentánea retornó a los centros de registro. Pero ayer, los extranjeros volvieron a abarrotar la oficina del edificio Juan Pablo Duarte, esta vez para completar la documentación requerida. Emilio Jean Pierre es uno de los cerca de 300 extranjeros que ayer, ya de forma más organizada, se encontraban en una fila que se extendía más de dos cuadras y bordeaba así la mitad del edificio tan extenso como una manzana. “Cada vez que vengo el papel no sirve.
He venido cuatro veces y siempre me dicen que me falta algo”, contaba algo desesperado el señor. Posiblemente la causa era que llevaba seis horas esperando acceder a la segunda planta del edificio, donde se están completando los expedientes. Los migrantes que se inscribieron en este Plan tienen hasta el 1 de agosto para completar todos los documentos. La cuenta regresiva también va para el Gobierno, pues para esa fecha también tiene que haber dado respuesta a las casi 300 mil personas que ya están dentro de este proceso y buscan legalizar su estatus migratorio.
