Hablando en serio, y viendo las situaciones que confrontan unos hombres uniformados, con misiones de alto riesgo en las calles, en las cuales se encuentran con personas decentes, que andan según la ley, y otras personas a veces en conflicto con la ley, con dinero, mucho dinero, con los cuales resulta difícil transigir y a las cuales no tienen más alternativa que enfrentar. Esos hombres, y esas mujeres, no pueden seguir recibiendo RD$7,000.29, mensuales, que no les permiten sobrevivir.
El drama se torna delicado. Lo ha sido siempre, pero en atención a la horizontalización cada vez más extendida de las comunicaciones, el Estado está en la obligación de buscar soluciones a esos responsables de la seguridad en las calles. Es una indecencia social pretender extender más allá del 2015 esa escala salarial. Puede eclosionar con un sentido diferente al raso denunciante de los salarios “cebolla”. Tiene que haber una mejoría del ingreso del policía.
La noticia del ministro de Administración Pública de que se trabaja una escala salarial para los policías es buena, pero ni siquiera genera expectativas ni esperanzas, porque ahí mismo declaró que el hecho de que se haga ese ejercicio no implica que habrá aumento de sueldos, porque el gobierno no cuenta con los recursos para eso.
Sin embargo, parece que esta es la hora. Aunque los legisladores están a un tris de aprobar el Presupuesto de 2016, hay tiempo para realizar ajustes que permitan modificar las partidas consignadas a la Policía Nacional. Otras razones aplican, no sólo por la vergüenza salarial que devengan, sino porque se ha creado una conciencia colectiva de que ese salario llora ante la presencia de Dios.
Pero además, la época es oportuna. Y los gobernantes no deben temer a las críticas. Todo el mundo aprobará ese ajuste, aunque sea sólo una parte de los servidores públicos. Hasta la oposición lo respaldaría. Han sido los primeros en reclamarlo.
Presidente Danilo Medina, formalice un ajuste a su presupuesto del 2016, haga justicia social. Eso fortalecería su discurso de equidad en la sociedad dominicana.
