Bajos precios del petróleo no ayudan a Nicolás Maduro

Morón, Venezuela. Sólo las aguas sucias que brotan de las tuberías rotas del alcantarillado contienen el polvo frente al almacén de estatuas de santos y otros objetos religiosos de Ramón Boet.

Morón, Venezuela. Sólo las aguas sucias que brotan de las tuberías rotas del alcantarillado contienen el polvo frente al almacén de estatuas de santos y otros objetos religiosos de Ramón Boet.A la distancia se ven las enormes tanquetas de petróleo frente a la refinería El Palito, que tiene más de 50 años de existencia y produce varios millones de dólares al año. “No nos ayuda para nada”, dice Boet, de 58 años, en momentos en que un apagón ciega los bombillos y luces de su almacén. El comerciante cierra antes de que anochezca. Teme que lo roben.

El valor del petróleo que hoy se vende de El Palito es cinco veces más alto del que se pagaba en el mercado internacional cuando Hugo Chávez asumió la presidencia del país en 1999. Ahora que Chávez murió, la compañía petrolera Petróleos de Venezuela (PDVSA), la vaca lechera que paga casi todas las cuentas del país, se encuentra en tal estado de desidia que analistas consultados dicen que aún si el barril de petróleo se vendiese a más de 100 dólares no va a ser suficiente para mantener a flote el país.

Sólo se podrá seguir contando con las ganancias de la compañía petrolera si se hace una completa revisión y modernización de la infraestructura petrolera, afirman los entendidos.

La situación ahora es más urgente que nunca. El precio del crudo ha bajado en las últimas semanas y el heredero de Chávez, el presidente Nicolás Maduro, poco ha hecho para recuperar la producción que está en declive, reducir una deuda de miles de millones de dólares y mejorar una infraestructura obsoleta, que el año pasado registró varios accidentes, incluida una explosión que mató al menos a 42 personas en la refinería más grande del país.

Maduro no ha innovado por ahora. Confirmó al ministro de Petróleo y presidente de la petrolera estatal, Rafael Ramírez, y su gobierno se comprometió a seguir enviando a sus 16 socios de Petrocaribe petróleo y productos derivados, en condiciones preferenciales, a cambio de dinero y bienes tales como carne, atún, aceite, azúcar, café, frijoles negros, pastas y pantalones.

Si bien la corporación estatal PDVSA logró en el 2012 cerrar sus balances en azul al alcanzar ganancias por 4,215 millones de dólares, la merma de 95,000 barriles diarios en su producción, combinada con el aumento de las deudas con los proveedores y el endeudamiento de unos 26,190 millones de dólares con el Banco Central de Venezuela han generado dudas sobre la salud de la empresa y sus perspectivas futuras. La empresa ha tenido que usar buena parte de sus ingresos para financiar el gasto público.

PDVSA no genera suficientes ingresos

El dinero que recibe PDVSA, que constituye el 96% de los ingresos del país por exportaciones, “no está generando suficientes ingresos para cubrir la totalidad de sus costos y poder entonces financiar con ellos sus compromisos”, de acuerdo con el profesor Pedro Rodríguez Sosa. La compañía ha tenido que recurrir a préstamos del Banco Central de Venezuela, algo que jamás se había visto en la historia de la industria petrolera de la nación.

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