Santiago. Un adolescente se debate entre la vida y la muerte tras recibir un disparo en la cabeza, durante un tiroteo en el Cementerio El Ingenio, durante un “homenaje póstumo” a un supuesto delincuente que sepultaban, y que la noche anterior había sido ejecutado, según la Policía, en un ajuste de cuentas.
El incidente ocurrió en el sepelio de “Eronel el Gordo”, de 28 años, residente en Buenos Aires al igual que Rafael Antonio Guzmán Reynoso, de 35 años y residente en La Canela.
Además del baleado, otras tres personas resultaron heridas con cristales, al parecer tras formarse un caos por el hecho. El herido en la cabeza, cuyo nombre se omite porque es menor de edad, fue llevado al hospital José María Cabral y Báez, donde era intervenido de emergencia.
El joven que recibió el impacto de bala vivía en Maizal, pero estaba de vacaciones donde una tía en la calle cinco número 88 de Buenos Aires. Según José Ortiz, tío de la víctima, éste se encontraba observando el entierro de Eronel de Jesús Duran Jiménez, alias “Eronel el Gordo” de 28 años, cuando se armó la balacera típica de los entierros de delincuentes.
En tanto que entre los heridos, se encontraba en el Cabral y Báez un joven apodado “Chocho”; mientras en el Hospital Periférico del Ensanche Libertad eran atendidos Dolfi Rodríguez y otra persona que hasta el momento no había sido identificada, quienes resultaron heridos en los brazos con cristales.
