Banreservas, el Gobierno y el FMI

En la última nota de prensa emitida por el FMI en el marco de la consulta bajo el Artículo IV, realizada por la misión del organismo financiero internacional que visitó el país entre 17 y el 28 de junio pasado, se indica que la misión “recomendó&

En la última nota de prensa emitida por el FMI en el marco de la consulta bajo el Artículo IV, realizada por la misión del organismo financiero internacional que visitó el país entre 17 y el 28 de junio pasado, se indica que la misión “recomendó contener los préstamos del sistema financiero al sector público”.

Aunque no hace mención específica a ningún banco, resulta obvio que dado que el 91.4% de los préstamos que confiere el sistema financiero al sector público los provee Banreservas, se deduce que la misión del FMI entiende que sería saludable para el sistema financiero dominicano, que Banreservas reduzca su exposición al sector público, quizás estableciendo topes al crédito que dicho banco pueda conceder al sector público.

De esa manera, dispondría de más recursos para prestar al sector privado y aumentar, en consecuencia, la rentabilidad del banco, la cual está por debajo de la exhibida por los bancos privados que prestan prácticamente todos sus recursos al sector privado.

Lo primero que debe señalarse es que la variable correcta para medir la exposición de Banreservas con el sector público, no es el nivel de préstamos de dicho banco al Gobierno y al resto del sector público no financiero.

La variable que debe utilizarse es el crédito neto del Banreservas al Gobierno Central y al resto del sector público no financiero. 

El crédito neto equivale al total de préstamos al sector público no financiero más las inversiones del banco en títulos del Gobierno, menos el total de depósitos y certificados financieros que mantiene el sector público no financiero en dicho banco.

La exposición con un cliente debe tomar en cuenta no sólo el total de los préstamos otorgados sino también el total de depósitos que dicho cliente mantiene en el banco.

Dicho lo anterior, se advierte que al final del 2012, el crédito neto de Banreservas al sector público no financiero ascendió a RD$57,296.6 millones.  El total de préstamos al sector público no financiero más las inversiones en títulos del Gobierno Central realizadas por Banreservas ascendía a RD$80,389.5 millones a final del 2012. 

A dicho monto le restamos RD$23,092.9 millones de depósitos más certificados financieros que el sector público no financiero mantenía en Banreservas al final  del 2012.  La diferencia es el crédito neto: RD$57,296.6 millones.

En el caso específico de la exposición con el Gobierno Central, se tiene que el crédito neto a final del 2012 ascendía a RD$57,379.5 millones.

¿Qué ha pasado durante el primer semestre del 2013, precisamente el período revisado por la misión del FMI? Las cifras preliminares al mes de junio del 2013, muestran que el crédito neto de Banreservas al sector público no financiero se redujo a RD$30,212.1 millones, para una reducción de 47.2%, ya que mientras los préstamos al sector público no financiero más las inversiones en títulos del Gobierno aumentaron en RD$26,876 millones, los depósitos y certificados financieros del sector público no financiero en Banreservas aumentaron en RD$53,960.5 millones. 

Cuando se analiza exclusivamente el caso del crédito neto de Banreservas al Gobierno Central, la reducción es mucho más intensa, pues mientras a final del 2012 ascendía a RD$57,379.5 millones, a final de junio había caído a RD$25,821.9 millones, para una contracción de 55% en apenas 6 meses.

Esta fuerte reducción en el crédito neto de Banreservas al sector público no financiero está reflejando el dramático giro que han tomado las finanzas públicas durante el primer semestre del 2013. Recordemos que mientras en el período enero-mayo del 2012 el déficit del Gobierno Central alcanzó RD$52,953.6 millones, en el mismo período del 2013 fue de apenas RD$9,367.1 millones.

Visto lo anterior, está claro que el Banreservas y, por tanto, el sistema financiero está reduciendo aceleradamente su exposición con el sector público no financiero y en especial, con el Gobierno Central. Esto se ha debido a que el Gobierno ha puesto en marcha un intenso programa de ajuste fiscal que persigue reducir significativamente el déficit fiscal.

La diferencia que tenemos con la nota de prensa del FMI es que la misma deja entrever, entre líneas, una preocupación por la exposición del sistema financiero (Banreservas, principalmente) con el sector público. 

Vamos a descartar de plano que esta preocupación se origine por un temor de la misión a que el sector público (Gobierno Central, específicamente) incumpla sus compromisos con  Banreservas.  Todos, incluyendo al FMI, sabemos que eso es absurdo.  Por eso los préstamos del Banreservas al Gobierno Central no requieren la constitución de provisiones, pues hasta los chinos de Bonao saben que el Gobierno siempre pagará al principal banco estatal. 

Si la preocupación de la misión del FMI se debe, y es probable que así sea, a que los niveles elevados de crédito neto de Banreservas al Gobierno y al resto del sector público no financiero, reducen la capacidad de dicho banco para prestar al sector privado, es importante aclarar a los miembros de la misión lo siguiente.

En primer lugar, Banreservas no le presta dinero al Gobierno y al resto del sector público a tasas de interés subsidiadas o por debajo de las tasas del mercado.  El Gobierno es el más preferencial de todos los clientes del sistema bancario dominicano.

Es un préstamo que nunca sería castigado, ni requiere la constitución de provisiones. A mayo del 2013, Banreservas le estaba cobrando una tasa de interés promedio al Gobierno de 12.83% anual sobre sus préstamos en moneda local.

Los bancos múltiples, en general, les cobraban 10.57% a sus clientes preferenciales. 

Por tanto, Banreservas les gana 2.26 puntos porcentuales adicionales en sus préstamos en pesos al Gobierno que lo que los bancos múltiples le ganan a sus clientes preferenciales. Y que nadie lo dude, el riesgo de prestar al Gobierno es menor que el riesgo de prestar a los clientes preferenciales privados.

El que tenga dudas que vaya al mercado global de capitales y pregunte si existe algún bono corporativo de una empresa dominicana en el mercado secundario, que actualmente ofrezca una tasa de rendimiento menor que la que ofrecen los bonos soberanos dominicanos de plazo similar.

En el caso de los préstamos en dólares, Banreservas le cobraba al Gobierno Central en mayo pasado una tasa promedio de 8.00%.  ¿Puede decirse que esa es una tasa baja? Todo lo contrario. Cuando se analiza la tasa de interés en el mercado secundario global que ofrecen los bonos soberanos en dólares que ha emitido el Gobierno dominicano, se observa que en mayo del 2013 esos bonos, con vencimiento de 5 a 10 años, estaban pagando una tasa que iba de 3.50% a 5.25%. Por tanto, Banreservas está percibiendo ingresos por intereses en sus préstamos en dólares al Gobierno equivalente a cerca del doble de lo que reciben los tenedores de bonos soberanos dominicanos de plazo similar.

Las operaciones bancarias de Banreservas con el Gobierno Central y el resto del sector público no financiero resultan ser muy rentables para el banco estatal.  A pesar de eso, el FMI ha dejado entrever en su visita al país, que Banreservas debería perseguir mayores niveles de rentabilidad sobre sus activos (ROA), pues cuando se compara con el de sus colegas privados (2.8%), debería estar ganando el doble de lo que actualmente genera (1.3%).   Aparentemente, el FMI entiende que si Banreservas recorta a la mitad su financiamiento al Gobierno y al resto del sector público no financiero, automáticamente podría aumentar su cartera de préstamos al sector privado y de esa manera elevaría su rentabilidad. 

Nos imaginamos que el FMI está totalmente consciente que esa liberación de recursos que obtendría Banreservas, no iría a clientes privados preferenciales, pues a estos habría que prestarles a  una tasa más baja (10.57%) que la cobrada al Gobierno (12.83%). Los recursos liberados, por tanto, serían prestados a clientes con mayores niveles de riesgo de incumplir su compromiso.   
El FMI ha indicado en varias ocasiones que el porcentaje de la cartera vencida de Banreservas (5.9% a mayo del 2013) es mucho mayor que la de los bancos múltiples privados (2.2%).  Lo que no dice el FMI es que esa cartera vencida de Banreservas no se debe a los préstamos del banco estatal al Gobierno y el resto del sector público no financiero, sino a préstamos de Banreservas al sector privado.

Si la morosidad en la cartera de préstamos de Banreservas tiene su origen en préstamos concedidos al sector privado, ¿no sería más razonable evaluar cuidadosamente esa cartera, determinar los errores que pudieron haberse cometido en el otorgamiento de esos préstamos e introducir políticas más eficientes de concesión de préstamos al sector privado en dicho banco, antes de recomendar un aumento de la exposición con el sector privado?
El FMI tiene que tener mucho cuidado cuando ofrece recomendaciones que no se fundamentan en un análisis profundo de la situación de las entidades financieras.

El FMI sabe que el Gobierno, si lo decidiese, pudiese emitir un bono en pesos a 10 años en los mercados globales, a una tasa mucho menor que el 12.83% que le  paga a Banreservas sobre sus préstamos en pesos y con esos recursos liquidar esos préstamos que tiene en el banco estatal. 

Sabe también que el Gobierno podría emitir un bono en dólares a 10 años en los mercados globales, a una tasa mucho menor del 8.00% que le paga actualmente a Banreservas por sus préstamos en dólares y con esos recursos liquidar esos préstamos que tiene con el banco estatal.

El Gobierno se ahorraría miles de millones de pesos de intereses mientras Banreservas perdería  los ingresos que le reporta su más seguro cliente y mayor depositante.

Lo que el FMI no  sabe es si Banreservas, con toda esa liquidez que obtendría si el Gobierno decidiese liquidar todos sus préstamos y los bonos del Tesoro en poder de dicho banco, estaría en capacidad de prestarla con la rentabilidad suficiente y el riesgo controlado a segmentos privados no preferenciales, y así aumentar la rentabilidad del banco estatal.

Si no puede colocar ese boom de liquidez rápidamente,  probablemente tendría que invertirla en títulos del Banco Central, en bonos corporativos locales, en bonos soberanos de gobiernos extranjeros y/o títulos del BID o del Banco Mundial.
 
Nuestra sugerencia, ante la recomendación del FMI, es  que se actúe con mucha prudencia y sensatez.  A Banreservas no se le puede enrostrar que exhiba una rentabilidad por debajo del promedio de los bancos privados por el hecho de ser el brazo financiero del cliente más seguro y preferencial de todo el país: el Gobierno dominicano.  Por ahí no es que va la cosa. l

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