Barreras hacen que muchos sordos y ciegos dejen estudios

La discapacidad para percibir los sonidos abarca a las personas que tienen pérdidas auditivas leves, moderadas y profundas, incidiendo en el sistema de comunicación, la forma y método de la educación y el tipo de apoyo comunicativo que se recibe&#8230

La discapacidad para percibir los sonidos abarca a las personas que tienen pérdidas auditivas leves, moderadas y profundas, incidiendo en el sistema de comunicación, la forma y método de la educación y el tipo de apoyo comunicativo que se recibe en el hogar. Hay niños con pérdida auditiva que pasan desapercibidos, puesto que no utilizan aparatos para escuchar ni el lenguaje a través de señas, lo cual les provoca la pérdida de muchas informaciones y en caso de estar en la escuela pueden tener retraso en las asignaturas.

A nivel educativo, dependiendo de las características de la sordera, existen diferentes enfoques, metodologías y estrategias para abordar a estas personas.
La formación de los niños con discapacidad auditiva siempre ha sido un tema problemático, ya que las limitantes les impiden desarrollarse cognitivamente porque no se conocía la lengua de seña como un idioma.

Obedeciendo a las necesidades y características individuales se debe determinar la estrategia a utilizar a la hora de educar un niño o niña con esta condición. Algo muy importante que contribuye a la efectiva educación de éstos, es que no haya discapacidad cognitiva pero, en caso de que exista, es necesario valerse de estrategias que respondan a dicho diagnóstico.

De acuerdo a Sonia Encarnación, intérprete de lengua de señas, la sordo-ceguera es otro tipo de discapacidad, consiste en la pérdida auditiva y visual de manera simultánea, el individuo ni oye ni ve. El abordaje a estas personas es un poco más compleja pues se debe utilizar la comunicación táctil, o sea, la escritura o la lengua de seña sobre la mano, todo el tiempo hay un contacto físico, para que se pueda recibir la información.

Deserción escolar

Yanet Francisco, directora de la Escuela Nacional de Sordomudos, indica que faltan muchas cosas por hacer para que la educación de los sordos mejore. Muchos educadores se manejan con lo que aprenden en capacitaciones ofrecidas por la entidad, así como por la Internet y con la ayuda de misioneros.

Asegura que es mucho mayor el número de personas con esta discapacidad que están fuera de las aulas que las que reciben la formación escolar, debido a las muy malas y precarias condiciones de las escuelas.

En la actualidad sólo la Escuela Nacional de Sordomudos oferta un curriculum académico que abarca el bachillerato, pues existen diez escuelas en algunas provincial del país, muchas de ellas sin terreno ni local propio. Teniendo que habilitar aulas en planteles regulares para impartir docencia.

Otro factor que influye a que el nivel de escolaridad de ellos esté tan bajo es la nueva plataforma que implementa el Ministerio de Educación, en la cual se establece la edad mínima y máxima en la que un niño deba ser incorporado al sistema.

Esto representa una barrera para la población sorda, puesto que, por desconocimiento y las limitaciones antes mencionadas, los “mudos” inician su escolaridad tarde.

En caso de lograr incorporarse a las aulas del sistema tradicional o alguna universidad, los estudiantes desertan con frecuencia, puesto que su aprendizaje se ve limitado. Ellos se frustran, ya que dichos espacios de formación no tienen intérpretes de lengua de señas y mucho menos adaptaciones a sus necesidades.

Los ciegos, sordo-ciegos y de retos múltiples

La discapacidad visual a diferencia de las demás condiciones, ha tenido mayores logros en materia educativa, pues muchos ciegos han logrado completar estudios universitarios.

Desde 1957 se comenzó a trabajar en ese orden para la formación personal y la inserción al mercado laboral. Ahora se hace mayor énfasis en la inclusión educativa de ellos.

En la capital existe un Centro Nacional de Recursos para la Discapacidad Visual, perteneciente al Ministerio de Educación, el cual asiste a niños, niñas y adolescentes con ese diagnóstico, así como a los que tienen retos múltiples (aquellos que aparte de la discapacidad auditiva tienen trastornos en el desarrollo).

Al igual que la educación de los sordos, la integración de las personas ciegas se efectúa de un modo precario, puesto que este espacio de asistencia es el único de carácter oficial en todo el país y la demanda es mayor que su capacidad.
Ellos también afrontan la triste realidad de que muchos llegan a la escuela con sobreedad. En materia de inclusión el sistema tiene grandes retos puesto que únicamente hay 30 maestros itinerantes, quienes se desplazan para asistir y supervisar, por lo menos seis veces al mes, a unos 600 estudiantes de todo el país. Esto solo hasta culminar el bachillerato, luego de ahí el estudiante que opte por asistir a la universidad debe cubrir los gastos de  su formación, incluidos los materiales en Braille.

Trabas en materia comunicativa

Yanet Francisco, directora de la Escuela Nacional de Sordomudos, dice que no hay políticas públicas para las personas con discapacidad auditiva, puesto que en la educación superior hay muchas barreras para ellos. Las universidades los aceptan pero no les brindan las facilidades de lugar. Estos deben costear los gastos que envuelven la vida universitaria, así como el pago del intérprete que les acompaña en el proceso, lo cual contribuye significativamente a que abandonen el sueño de obtener el título universitario. 

Experiencia

Sonia Encarnación
Intérprete lengua de señas
Para una buena inclusión educativa, en todos los centros de formación debe haber intérpretes de lengua de señas. Los sordos que estudian pagan las cuotas a dichos facilitadores, lo cual oscila en poco menos de RD$3,000 mensuales.

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